1. Entregué mi virginidad a mi primo (Parte 2 de 2)


    Fecha: 30/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Renee, Fuente: CuentoRelatos

    ... mamá y me hizo un comentario de que esos leggins estaban muy pegados y se me alcanzaba a ver el ombligo. Yo nada más la ignoré y reí por compromiso. Me gusta presumir mi cuerpo y mi cintura delgada y mis piernas gruesas y largas.
    
    En la conversación con mi mamá y mi primo, Johann me pidió cobijas para la cama donde se supone que iba a dormir en la habitación de invitados, mi mamá me dijo de donde tomarlas para llevárselas a Johann y después ella se metió a la cocina.
    
    Yo agarré las cobijas y se las llevé, en el momento en el que entré al cuarto de invitados, mi primo me vio y se sacó el falo que seguía erecto, me dio la instrucción de agacharme. Lo hice mientras me amarraba el cabello. El maldito utilizó mi boca a su antojo.
    
    Me dijo que él estaba atento al pasillo, por si mi mamá venía. Me dijo que mantuviera la boca abierta y la mandíbula relajada. Obedecí. Lo sentía entrar y salir suavemente de mi boca. Después de varias embestidas sentía arcadas, que acababa por reprimir para que no nos escucharan, y me controlé con mi respiración.
    
    “Respira”, me decía. Y solo sentía como es que él estaba usando mi boca. Yo estaba excitadísima de que mi primo me estuviera usando. Sentía que había algo raro, como si estuviera haciendo algo indebido, pero no me importaba. Yo lo estaba disfrutando.
    
    Empecé a mover la cabeza adelante y atrás con ritmo. Escuchaba los gemidos suaves de mi primo, que decía suavecito: “Mámala suavecito, Reneé. Suavecito.”.
    
    Procuraba acallar los ...
    ... tosidos y otros ruidos bucales, pero no me importó mas cuándo sentí que el pene de Johann se hinchó y me agarró del cabello para pegarme más a él.
    
    Sentí como eyaculó en toda mi boca y garganta, sentí que iba a salir por mi nariz también. No podía respirar, pero sentía mucha excitación de sentir ese líquido cálido y viscoso dentro de mi boca. Lo tragué lo mejor que pude y aun así salieron gotas que cayeron en mi playera.
    
    Mi primo recogió esas gotas de mi playera y mis mejillas con la punta de ese instrumento que escribiría en mi imaginación muchas fantasías. Estaba rojo y parecía que estaba hirviendo, y me las acercó a la boca como si fueran las últimas migajas de un plato que me tenía que acabar. Y otra vez uso mi boca hasta que lo dejé limpio.
    
    Me tragué todo y luego lo miré con la cara más seductora que pude. Él estaba ido en éxtasis, pero nunca dejó de verme a los ojos.
    
    —Que increíble estuvo eso. —dijo.
    
    Lo besé y el me respondió el beso. Fui al baño a limpiar mi playera y a lavarme los dientes.
    
    Pasamos el resto de la tarde en la sala viendo Netflix, hasta la noche, donde mi mamá dijo que iba a salir a tomar café con sus amigas, como la mayoría de los viernes. Johann le contestó con ligera desidia que se la pasara bien pero cuando volteó a verme lo hizo con una cara de ilusión, como si se hubiera ganado la lotería.
    
    Pasaron apenas un par de minutos de que se fue mi mamá y sentí la mano de mi primo en mi pierna. Yo seguía súper excitada, así que metí su mano ...
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