Sesión de modelaje.
Fecha: 15/01/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... más bien de lo que cabía esperar. Me refiero a la dinamita que llevas dentro, niña”. Yo reí. “Si tienes tiempo. Es pronto aún. Tenemos tiempo disponible ahora para otra sesión, si estás interesada. Pero te advierto que serán unas fotos privadas que ha pedido un cliente muy especial. Pero… si lo que quieres es dinero, te las pagaré al triple que las últimas que te has hecho.”
“Sí, claro”, respondí con una gran sonrisa. ¡El triple! Aquello, sumado a lo que había percibido por las dos sesiones anteriores era más que lo que Gregorio ganaba en un mes. Ni siquiera me planteé la naturaleza de las fotos. Me daba igual.
“Bueno, antes de que digas 'sí', será mejor que te explique. Son fotos más explícitas. Puedes negarte si quieres. Serán escenas de bondage suave, por lo que estarías desnuda y atada. No muy diferente de los otros desnudos que acabas de hacer, excepto que estarás atada”.
Yo asentí.
El set era grande, una habitación oscura con techos bajos y muebles de bondage. En el medio de un escenario elevado había una gran silla ginecológica. Gregorio trajo esposas para mis tobillos y muñecas y comenzó a atarme. Quedé inmóvil y he de confesar que sentí miedo mientras cerraba una a una las esposas de cuero y me quitaba la ropa. Mientras me ataba, descaradamente me tocó el culo, las tetas y el coño.
Sin estar realmente de acuerdo ni en contra de lo que estaba sucediéndome, dejé que Gregorio me asegurara las muñecas al reposacabezas y los tobillos a los estribos de la ...
... silla. Su profunda voz masculina era tranquila y segura. Sus fuertes manos eran cálidas y dulces en sus caricias mientras me sujetaba las hebillas de los puños a los anclajes de la silla, y me contó una historia divertida sobre una modelo que se había ido a casa en el metro todavía con sus puños de bondage puestos.
Luego, el fotógrafo de la cámara móvil se movió alrededor de la silla, tomando instantáneas de mis muslos carnosos y los senos. Traté de hacer alguna broma, porque en realidad estaba aterrorizada. Me di cuenta de que todo era real, estaba atada con fuerza, no podía liberarme aunque quisiera. Mi respiración se volvió más rápida y nerviosa cuando comencé a entrar en pánico.
—Calma, cariño —me tranquilizó Gregorio—. “Simplemente están mirando los ángulos que necesitamos para el rodaje. Realmente no hay nada que puedas hacer excepto lucir tan bonita como eres… y lo haces muy bien Salomé, por supuesto”. Sostuvo su mirada en mis pupilas y yo me calmé. “Ahora bien, mi niña, ya lo sabías antes de empezar, esta no es una sesión normal… es erótica. Solo recuerda que es por el dinero extra y actúa como la putita que se supone que eres. Saca tu lado más interpretativo”.
Desde detrás de las cortinas apareció silenciosamente el resto del equipo de actores: todos hombres, todos negros y desnudos.
“Oh oh… oh ¿qué es eso? ¿Qué estoy haciendo?" pensé con un súbito ataque de pánico. Gregorio hizo señas a los hombres para que se detuvieran.
"Es un ambiente de esclavitud ...