Sesión de modelaje.
Fecha: 15/01/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sofás acolchados, espejos en las paredes y en el techo.
“Aquí” dijo “seria ahora y aquí mismo. ¿Te animas?”
Asentí y de nuevo el equipo comenzó a montar los focos y las dos chicas trajeron ropa de época para que me probara. La idea era que yo era una prostituta posando para fotos publicitarias del burdel. Fotos que luego repartirían en ciertos bares y casinos a clientes adinerados.
El viejo corsé estaba muy apretado. No me gustó, me costaba respirar. Pero levantaba mis senos, lo que a Gregorio claramente le encantaba y decidió comenzar la sesión con imágenes de mis tetas desbordantes sobre la seda y huesos de ballena. Luego pasó a la falda con volantes, una toma de ángulo desde abajo que exponía el hecho de que no llevaba ropa interior. Luego Gregorio indicó a las chicas que me desnudaran del todo.
Mi exhibicionismo oculto afloró ante el hecho de estar desnuda frente a aquellos extraños. Hice una mueca y lancé un beso a la cámara, jugué con los dedos de los pies mientras mostraba mi coño y me inclinaba hacia la cámara para que capturasen una foto de mis senos colgando. Seguí y seguí, volviéndome cada vez más natural y despreocupada. Pasé a mostrarme más provocativa en mis poses, hablando con Gregorio y acatando cada una de sus sugerencias, hasta que Gregorio, de repente, dijo: "Está bien, Salomé, abre las piernas".
Me detuve un instante antes de sentarme en el sofá, mirando hacia abajo con timidez. "¿Por qué quieres que haga eso?" pregunté lánguidamente. ...
... Gregorio quería que cruzara la línea entre los desnudos de buen gusto y las exposiciones pornográficas, estaba claro. Toda mujer sabe dónde está esa línea. Y la dichosa línea había aparecido en ese mismo instante en el que Gregorio había pedido: "Abre las piernas".
Pensé en Andrés y en lo que diría. Con ese pensamiento, llegó la respuesta a mis dudas. Sí, mi esposo Andrés lo aprobaría. Él siempre ha disfrutado con el hecho de exhibirme ante extraños. En playas nudistas sobre todo. Después de todo, él ya le había tomado fotos así de mí. Así que separé las rodillas.
Se sucedieron las órdenes de Gregorio. “Sostén tus pechos. Pellízcate los pezones. Pon tu dedo en tu boca con carita de niña mala. Pon la yema del dedo en tu clítoris. Mantén abiertos los labios de la vagina. Métete un dedo en el culo.
Cada nueva indicación era más escandalosa que la anterior. MI mente incrédula luchaba contra la cruda realidad de la sesión de fotos. Me di cuenta de que no había reglas, ni límites a lo que me harían hacer para la cámara.
Cuando terminó, el equipo una vez más comenzó a recoger. Yo estaba tan erotizada por la experiencia de ser fotografiada desnuda que me acerqué a Gregorio y exclamé: “Ha sido increíble. Me encantaría volver a hacerlo. Te soy sincera, Gregorio, es un deseo real, honesto, pero también me atrae el aspecto financiero, necesito ese dinero”.
Gregorio me miró de arriba abajo. Se frotó la barbilla. “Hmmm, está bien, Salomé. Me encanta tu entusiasmo, y posas mucho ...