Con mi primo en Navidad
Fecha: 14/01/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: roxisexy71, Fuente: CuentoRelatos
... arriba a abajo cuando yo bailaba separada del de frente.
Con la excusa de tener más movimiento me saqué la bata y él con la excusa del calor se sacó su remera quedando su torso desnudo.
Mi primo tenía muy buen cuerpo, musculoso y bastante corpulento. Yo a esa altura ya estaba muy caliente, solo podía pensar en su pija.
Ya sin la bata, él pudo ver que yo no tenía sostén y mis pezones ya excitados se marcaban mucho debajo de mi remera, él no dejaba de mirarlos.
De pronto él se sentó en el sillón agotado de bailar, yo intenté levantarlo y en el forcejeo él me hizo caer (y yo me dejé caer) sentada sobre sus pantorrillas.
Riéndome, hice como que quería escapar, solo para forcejear y ponerme donde quería. Me fui girando más en mi movimiento para pararme y dejaba que él me retuviera y cuando estuve completamente de espaldas a él me dejé caer. Mi culo quedo 100% sobre su pija y recosté mi espalda sobre su pecho.
Sus brazos, muy fuertes, se cerraron apretándome contra su cuerpo, y yo, haciendo que forcejeaba, refregaba mi culo en su ya durísima verga.
Su pantalón era tipo jogging, su pija se encajaba en la raja de mi culo y llegaba a rozar mi vagina por sobre mi muy muy pequeña tanga.
No hice más fuerza, me recosté sobre su pecho y sin disimulo me empecé a menear sobre él.
Sus manos fueron por debajo de la remera y fueron subiendo despacio hasta llegar a mis senos. Yo seguía moviéndome disfrutando de sus manos masajeando exquisitamente mis tetas y jugando ...
... con mis erectos pezones.
Ya no sabía risas ni forcejeos, el besaba mi cuello y respiraba agitadamente y movía su pelvis al ritmo que yo lo hacía. Me quité la remera quedando solo con mi tanga y le bajé sus pantalones y calzoncillos. El ayudo levantándose apenas del sillón para que pudiera bajarlo.
Ahora sí podía sentir su pija enteramente en la raya de mi culo, resbalando muy babosa por sobre el hilo de mi tanga. Necesitaba verla.
En un solo movimiento me deslicé hacia abajo y me gire, quedando de rodillas con mi cara frente a esa hermosa verga que venía imaginando toda la noche y con cuya imagen imaginada me había masturbado en más de una ocasión.
La agarré con mis manos, era gorda, venosa. Su glande era bastante más grande y redondeado y largaba líquido pre-seminal en abundancia al ritmo de su latido.
La coloqué a milímetros de mi boca mientras la pajeaba muy lento y la apretaba haciendo que más líquido saliera. Pasé mi lengua bien ensanchada sobre la punta para sentir bien su sabor. Mire hacia arriba y vi su cara, era una cara que nunca había visto, tenía una sonrisa apretada, sus fosas nasales más abiertas y una mirada dominante, me parecía depravado.
Me la refregué por toda mi cara, el olor fuerte a sexo se iba impregnando en mi. Hundí mi cara en su entrepierna y lamí y metí sus bolas en mi boca mientras lo pajeaba, él sujetaba y apretaba mi cabeza.
El olor a pija era intenso y me calentaba tremendamente.
Que bien la chupas primita, me dijo ni bien ...