1. Así se comienza un nuevo año...


    Fecha: 22/10/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... besó. Lo permití y me pareció extraño, pero preferí pasar la página y darle punto final a aquello.
    
    Al volver a la mesa y siendo ya la 1:30 am, con mucha gente abandonando el lugar, le pregunté a Laura, si ya era hora de irnos. Me dijo que sí, que ya se sentía un tanto cansada. Así que, reunidos todos de nuevo, anuncié que la habíamos pasado muy bien y que ya nos despedíamos. En principio no dijeron nada y cortésmente también se despidieron. Bueno, que pasen buena noche, terminé de decir y emprendimos nuestro camino a la habitación. No habíamos avanzado mucho cuando Sandra llegó hasta nosotros, de nuevo, para, dirigiéndose a Laura, proponernos que los acompañáramos un trago en su habitación.
    
    Laura accedió. Así que volvimos a reunirnos los cuatro y emprendimos camino hacia su habitación. Me traje las botellas, dijo Jorge, acabémoslas, pues es un desperdicio dejarlas sin terminar. Sí, me parece bien, contesté. Llegados a la habitación, Sandra acomodó unas sillas alrededor de una pequeña mesa, todo al lado de la gran cama. Nos sentamos; Jorge sirvió las bebidas y nos pusimos a charlar. Estuvo buena la reunión, comentó. Sandra le dijo algo a Laura y se fueron al baño. Jorge y yo seguimos allí, conversando. Sí, hubo buena música, buena comida, buena bebida y todo estuvo bien organizado. La inversión valió la pena.
    
    Al rato las damas llegaron a acompañarnos, desprendidas de sus abrigos. Oye, ¿acaso no hace algo de frío? Dije. Pues de eso se trata, contestó Sandra, de ...
    ... calentar la noche. ¿Y cuál es el plan? No hay plan, respondió. Depende de nosotros. ¡Qué bueno! Dijo Jorge. ¿Cuál es la sorpresa? Sandra prendió la radio en la habitación y seleccionó una emisora que emitía música romántica. Y, siguiendo el ritmo, ella y Laura empezaron a contonear sus cuerpos, bailando frente a nosotros. Laura lo hacía frente a Jorge, moviendo su trasero sensualmente, y Sandra frente a mí. Y, bailando, empezaron a quitarse sus vestidos hasta quedar en ropa interior.
    
    A mí aquello me cogió por sorpresa. Estaba un tanto confundido y desubicado, porque las manifestaciones de Sandra, minutos atrás, me daban a entender que para nada le gustaba aquella situación entre su marido y mi mujer. No entendía en qué momento habían cambiado las cosas o si aquella preguntadera era la forma de calibrar mi estado de ánimo con relación a que la posibilidad de un intercambio entre ellos y nosotros se pudiera dar. No obstante, como he relatado, las cosas parecían fluir entre Jorge y mi esposa, mientras que Sandra y yo no habíamos pasado de su furtivo e inesperado beso.
    
    Jorge, más entusiasmado que yo en ese momento, se excusó para ir al baño. Muchachas, dijo ¡espérenme! Mientras, las dos damas siguieron su rutina de baile frente a mí, ataviadas con su ropa interior, una de negro y otra de blanco, muy atractivas. El hombre no demoró nada. Al igual que “flash”, su ida y regreso fue en un pestañear de ojos, solo que salió desnudo y con su miembro endurecido y erecto. Y, llegando a mi ...
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