Cariño ya estoy en casa y Mis Vecinos De Enfrente
Fecha: 24/09/2018,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... relaciones extramatrimoniales, mi ridículo orgullo de macho ibérico me mantenía paralizado, ¿o no era el orgullo?.
Lo cierto es que la imagen era inquietantemente excitante, estaba en plena lucha interna, no podía creer que aquella visión, lejos de indignarme me excitase y lo que había sido una caricatura de mi polla, comenzaba a recuperar el esplendor de unos minutos antes.
Un movimiento en la cama me arrancó de la extracción, mi mujer había separado los labios de los de Patri y comenzaba a lamerle sus duras y jóvenes tetas, apartándo con un suave empujoncito de su culo a José para comenzar a bajar con su ávida boca hasta el coño de Patri.
Hundió su cabeza en la entrepierna de Patri, ahora el camino era más fácil para José, que acomodando su cabeza entre los muslos de mi mujer, atacaba por delante, insistiendo con esos movimientos rápidos y certeros de su lengua en su clítoris.
Ahora podía ver claramente el rico mástil que José tenía por polla, se estaba masturbando mientras bebía el dulce manjar del coño de mi mujer.
Yo ya había olvidado cualquier prejuicio, oculto en la penumbra, empecé a acariciarme la polla, me sentía tremendamente atraído por la escena, tres cuerpos desnudos dándose placer, dos mujeres explorándose mientras "una polla a un hombre pegado" cerraba el círculo de delicias, ambientado en una penumbra con fuerte olor a sexo y el sonido de Enya.
Todos mantenían los ojos cerrados, así que tampoco tenía necesidad de esconderme demasiado, por lo ...
... que podía disfrutar de todo el espectáculo.
Patri se pasaba sus dedos índices sobre sus pezones gimiendo de placer, mi mujer estaba trabajándole bien su dulce coño, el gesto lascivo de su boca así lo denunciaba.
Cambiaron de posición, ahora se pusieron un poco más cómodas, Patri se colocó a cuatro patas, con el culo más bajo para acercar su sexo a la boca de mi mujer que ahora, boca arriba, se concentraba en morderle los labios vaginales y José, de pié, fuera de la cama hundía su cabeza en el coño de mi mujer.
Patri movía su cabeza de un lado a otro, estaba disfrutando con el placer que sólo una mujer es capaz de darle a otra. Mi mujer se arqueaba cada vez que José hundía su lengua en su coño. Éste tenía su culo y su enorme polla a menos de un metro de mi, me estaban dando tentaciones de romperle en dos ese hermoso ano.
Mi excitación era increíble, los movimientos de mi masturbación ahora eran más violentos, supongo que es lo que provocó que Patri se quedase mirando hacia el oscuro rincón donde yo me encontraba… y me vió, pero no se movió, entre suspiro y suspiro me dedicó una maliciosa sonrisa.
Pícaramente, hundió más su culo sobre la cara de mi mujer para que no pudiese ver nada, era una invitación y yo estaba a punto de estallar así que la acepté.
Silenciosamente me situé a la altura del ano de José y le pasé la lengua de abajo a arriba, él dio un respingo e instintivamente intentó incorporarse, pero Patri se lo impidió, poniéndole la mano en su cabeza y ...