Relatos eróticos esposos cómplices cap 44 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 44

... que no se le note lo nerviosa puso el ambiente a media luz. Conforme iba avanzando la noche, también aumentaba el trago y la confianza. Así fué que a eso de las 2 am ya bailaban con el torso desnudo y Luz con los pechos al aire nos lo ofrecía para mamarle uno para cada uno de nosotros.

 Cuando estuvimos desnudos y ella ya mareada pero conciente le decía a Raúl que era imposible tener esa pinga dentro de ella y él le respondió, señalando la de Carlos, y ésta también te entrará mujer y si quieres podrían entrar las dos juntas. No, mi amor, las dos juntas me matan y todos nos reímos al ver la cara de virgen que puso.

Ésta vez, gozamos bien a la mujer de Raúl, así como ella también gozó con el caché que dimos. Nos chupo la pinga como 15 minutos y no se cansaba de elogiar nuestras medidas, para después echarla evirke metiendo poco a poco para disfrutar con paciencia de esa rica cacheria, ella por momentos ponía cara de dolor a veces de alegría, hasta que lo tuvo todo adentro y Raúl me dijo, todo compadre todo y después de hundirle hasta raíz le dijo a su mujer, ya vez que sí pudiste y comenzamos con unos movimientos duros y a los 10 minutos le dejaba mi leche adentro que se juntaban con los dos polvos que ella también se había dado. Descansamos un rato y hablando yá más sucio Carlos la volteó para darle por el culo a lo que ella se negaba, pero logramos convencerla y boca abajo  lentamente con sus con sus gestos lo tuvo todo adentro
Y después de unas movidas se ...

... vinieron en otro rico polvo

Volvimos a descansar pero quejándose que no podía sentarse, nos tomamos unos tragos más y ya bien mareados la preparamos para un sánguche y para cuando se dió cuenta estaba encima mío y Carlos estaba tratando de metérsela por el culo, llorando nos pedía que eso no, cualquier otra cosa pero eso no. Pero la suerte estaba echada para ella y con un grito nos decía que ya estaban bien enterradas las dos pingas y con unos movimientos torpes soltaron su leche dentro de ella, quien no muy contenta los dejaba salir para descansar de tan brutal asalto. Descansamos unas horas y con un beso en la boca nos despedimos.

Raúl después nos contó que la cólera se le pasó y con un par de polvos hablaron de lo bien que la pasaron viendo retomar la otra semana con estos encuentros.

Así nos la pasamos un par de meses con ella quien yá disfrutaba de nuestros encuentros y a la vez, le ibamos  metiendo la idea de convencer a la esposa de Carlos para que se integre al grupo, cosa que lo vió difícil pero no imposible, más bien le agradaba la idea, así que había que crear un plan.

El plan era que Luz le cuente a Rosa que una amiga le había dicho que tuvo que aceptar junto con sus amigas cachar con el grupo de compañeros de trabajo que siempre se iban de juerga y todos disfrutaban de todos y así no corrían el riesgo de calentarse la cabeza con otra mujer y  abandonar su hogar. En cambió así todos los matrimonios del grupo gozaban de todas ellas y ellas también de todos ...