Servicio a domicilio de comida sin haberla pedido - Relatos Eróticos

Servicio a domicilio de comida sin haberla pedido

... lo tocaba, lo olía y lo probaba - si te veniste hijo ¿te gustó?- -mi verga sigue dura papi, claro que me gustó. Quiero hacerlo siempre. Papi ¿puede seguir besandome el culito? Sin decirle nada alzé sus piernas y le comí ese rico culito que tiene, lo veía d esesperado y lleno de placer, super excitado. Ancioso de comerse mi verga y feliz de que le comiera su culito. Me inqué sobre él y le puse su verga en la boca, el estaba avistado boca arriba entre mis piernas. Le empujaba la verga hasta donde podía, lu go le dije que mamara mis hubis. A Dieho le encantaba el olor de mis huevos, lo salado de mi escroto y lo peludo, chupaba muy rico mientras me masturbaba. Yo estaba muy caliente -¿No me la vas a meter papi?- -¿quieres bebé? Pero te va a doler mucho- -Quiero sentirla papi, desde que olí gu boxer lo deseo- Fui por un condón h el lubricange, le mame otra vez su culito para dilatarlo mas. Diego no deseaba esperar él ya quería. Me puse el condón, le puse lubricante, metí un dedo, después dos. Diego se retorcía de placer y al parecer ya estaba listo para recibirme adentro, puse mi cabeza de la verga sobre su culito, la froté -Quítatelo papi- -¿No quieres que te coja?- -Sí pero sin condón- -Seguro que así quieres?- -quítatelo papi- Me quité el condón, me senté en la cama recargado en la cabecera, mi verga estaba muy dura, ya ni lubricante ocuapa. Con lo mojada que la traía, le dije a Diego que se sentara, se paró frente a mí, abrió sus piernas y se fue bajando cuando estaba cerca ...

... demi verga lo agarré de la cintura, le puse su mano en mi vErga para que el la dirigiera a su culito. La agarró e intentó meterla, le dolía bastante no entraba, lo empujé con mis manos de su cintura hacia abajo mientras el me decía aue no podía que le dolía, lo intentamos varias veces ro parecía que mi verga no iba a entrar, lo empiné y le mamé mas el culito, lo volvimos a intentar ahira de perrito y lo mismo, le dolía bastante, comencé a perder la paciencia y decidí terminar ahí, pero Diego no quería verme triste por no haber podido penetrarlo, hicimos un último intento. Me volví a sentar y el sobre mi verga, comenzó a sentarse, pude ver su cara de dolor, no le entraba. Le dije que mejor pararamos y no quizo, se le metió un poco más y le salían unas cuantas lágrimas, se la saqué, lo abrazé y lo besé -No pasa nada mi amor, aún no estas preparado para mi verga- -Pero yo sé que quieres papi y yo también quiero, hazmelo por favor papi no te detengas- -¿no importa que te duela?- -no importa papi leí que después de un rato se siente rico- Lo acosté boca arriba, subí sus piernas, las doble a sus hombros, su culito se veía un poco inchado y abierto, pero no cabía muy bien mi verga, le puse demasiado lubricante. Puse mi verga en su ano y la fui metiendo muuuuu lento, después de casi 10 minutos ya iba mas de la cabeza y empezamos a menearnos, Diego era muy valiente. Se relajó con todos los besos que le dí y las caricias, ya dilatado mi verga entraba casi a la mitad, aunque para ser ...