Servicio a domicilio de comida sin haberla pedido - Relatos Eróticos

Servicio a domicilio de comida sin haberla pedido

Llevaba casi 3 meses sin ir a casa. El exceso de trabajo en la mina me mantenía ocupado. Tomé 20 días libres teniendo en plan ir a la playa no sin antes ir a dar una vuelta a casa. Vivo en un fraccionamiento privado y muy tranquilo, con toda la seguridad que hay dudaba que robaran en mi casa pero nunca hay que confiarse. Voy a resumirles esto que me pasó ya que no quiero quitarles mucho tiempo. Mi casa había pasado mucho tiempo cerrada, el refrigerador apenas tenía jnas cervezas dentro y nada de comida, necesitaba una persona que la limpiara, comprar comida, agua y algunos otros detalles para en unos días más poder irme a la playa en busca de alguna chica sexy ya que tuve poco sexo en la mina. A unas cuantas casas de la mía vive Doña Conchita y su esposo. Ella siempre ha sido atenta conmigo y es la que me mantiene al tanto de lo que sucede en el fracc. cuando no estoy. Fui a que me pasara el número de la señora que limpia varias casas aquí. Me sorprendió que fuera un jovencito quien abriera la puerta y hasta dudé, quizá toqué en otro lado pero no fue así. Era Diego, el nieto de Doña Conchita que desde bace un mes había llegado a vivir a su casa debido a que la hija de ella al fin había divorciado de su mal esposo y mientras solucionaban todo lo mandaron a vivir ahí. Hijo único igual que su madre, 150 cm de altura aproximadamente, demasiado delgado, la voz aguda aún, blanco, cabello muy bien cuidado y recortado color negro y unos ojos marrones. Estaba próximo a cumplir 13 ...

... años. Doña Conchita me dijo que parte del servicio era ir por la señora de limpieza a su casa y al terminar llevarla de regreso, como no me supo explicar bien me dijo que Diego me acompañaría ya que él sabia perfectamente donde era la casa, un poco retirado de donde vivo. Me sorprendía que si apenas tenía un mes ahí pudiera recordar bien el camino. Ese jovencito es muy platicador. Me contó toda su corta vida. Los problemas de sus padres y que estaba a la vez contento porque lo cambiaron de escuela y ha no le hacían bullying por su peso y estatura y a la vez me hizo toda una entrevista sobre mi vida, mi trabajo, qué hacía en mis ratos libres y que por qué no tenía novia. La señora limpió mi casa, ya había hecho casi todos los detalles que tenía y pendientes y Diego siempre estaba afuera de casa caminando y nos saludábamos. Un día apareció en la casa, tocó la puerta, abrí y traía unos tuppers con comida diciendo que su abuela me los mandaba. Sólo me pedía que le regresara los tuppers. Lo invité a pasar mientras vaceaba la comida y los lavaba para regresárselos. Antes de irme a la playa decidí salir de fiesta el sábado, ligar una chica en un bar y llevármela a un motel. Prefiero no llevarlas a casa porque luego es difícil hacerlas salir. Tanto tiempo sin acción que le eché 3 palos en el motel y llegué a casa a las 9 de la mañana y aún con ganas de más. Siempre he sido así entre más cojo más quiero seguir cogiendo. Llegué directo a la cama y caí rendido. Al paso de unas horas me ...