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Lo que su polla provocó en mí
Fecha: 29/07/2017, Categorías: Sexo Oral Autor: Enfebrecida, Fuente: CuentoRelatos
... acerca al orificio del culo, y uno de sus dedos de forma sutil empieza a rozarlo al ritmo de sus contracciones. Humedece el dedo con los flujos que brotan de su vagina y vuelve a insistir, lentamente hasta que consigue penetrarla con el dedo medio. La niña arquea toda su columna hacia atrás como si hubiese sido apuñalada, pero luego con sus mejillas más coloridas se regresa a besar a mi hijo. Él insiste con el dedo y la doble penetración nos trae enfebrecidas. Por curiosidad yo también pruebo humedeciendo mi dedo con mis propios flujos y penetrando mi virgen culito. Ufff! la sensación es única! Es una mezcla de dolor y placer adictiva. Ahora son dos los dedos y yo también los imito; nuestra respiración se hace cada vez más irregular y el corazón se me agita de manera más brusca cada vez. Ella se saca entonces todo el vergón de su entrada y busca acomodarlo en el ano. Mi hijo gime ante el primer intento, pues son muchas las ganas pero se hace también doloroso. Aunque quiero ver más, me oculto en las sombras para que no me vean. Entonces escucho un corto y apagado grito de ella cuando él logra introducir el glande. En ese momento sucede mi primer orgasmo y en mi mente se disparan imágenes de esa terrible penetración! Muerdo mis labios para ahogar cualquier gemido y sigo insistiendo con mis dos dedos en el ano. Para poder imaginarme un poco la situación pruebo ahora con tres dedos... Ihhhhg, me sacudo toda y no me doy cuenta que ellos detienen la penetración. Ella se ...
... disculpa por no lograr soportar su herramienta dentro de su ano y el dulcemente la tranquiliza. Así que vuelven a la penetración vaginal. Al acercarme nuevamente a mi zona visual los veo acomodarse en una nueva postura. Ella, doblada, recuesta su estómago en uno de los laterales del sofá y abrazando un cojín. Sus nalgas resplandecen suaves y hermosamente curveadas, incluso arqueando un poco la cintura para darle una mejor visión a mi bebé. Éste, disfruta de la vista que se le ofrece de ese culito tentador, las dos nalgas prietas y entonces arremete completamente por la vagina: una mitad primero para que se acostumbre, y luego un mete y saca cada vez más acelerado y profundo. Mi hijo se vuelve toda una máquina de placer, y la situación se me hace de un morbo único. Se saca la franela y veo todo su pecho musculoso y anchos brazos tomando posesión de la chica. Se nota que ella lo disfruta al máximo no solo por la sonrisa que expresa sino por lo brillosa y mojada que entra y sale la verga en su concha. Los sonidos de la cópula me tienen loca y ahora son mis dos manos las que me van penetrando al mismo ritmo que los chicos. La niña y yo nos corremos como locas: ella soltando una serie de calladas incoherencias y yo reprimiendo mis gemidos en lo posible. El placer me ciega y cierro mis ojos, así que no puedo ver a mi hijo eyacular, pero si lo oigo y me lo imagino descargando toda su leche en la espalda y nalgas de ella, dándole golpes con ese pedazo de verga en esas duras nalgas y ...