Fecha: 16/09/2022,
Categorías:
Sexo en GrupoTus Relatos
Autor: Sexprincess, Fuente: drugsounds.ru
Mi nombre es Carla y esto sucedió las vacaciones pasadas, unas semanas antes de cumplir los 18.
Siempre he sido una chica muy atractiva, y que se empezó a desarrollar a muy corta edad, por lo que mi interés en el sexo también empezó pronto, pero esa es otra historia.
Mido 1,60, soy delgada, con cintura estrecha, caderas anchas, piernas horneadas y un gran y firme culo gracias al gimnasio, abdomen plano y una 90 de pecho. Mi pelo es castaño oscuro y liso, largo hasta la cintura, labios carnosos y ojos azules y grandes.
En ocasiones me han llegado a comparar con una muñeca y puedo decir que casi siempre me salgo con la mía gracias a mi aspecto. Esto por otra parte me ha ayudado a cumplir la mayoría de mis fantasías sexuales, soy un a mujer que disfrutar del sexo y la atención de los hombres, no soy muy brillante en mis estudios pero nunca lo necesité. Se que soy criticada por muchas chicas y tengo fama de puta, pero la envidia es mala y a mí me gusta pasarlo bien.
Era finales de verano y mi familia, que siempre fue algo excéntrica, decidió ir a un pueblo donde ofrecían una atracción inusual. Consistía en un pueblo ambientado totalmente en la Edad Media, sin tecnología y con las cosas típicas, las casas, herramientas, comida, vestimenta y costumbres.
Estaba totalmente prohibido salir del papel de aldeano del medievo y duraría unas tres semanas. Estaba enfadada y no quería ir, pero a la única que no podía convencer en el mundo es a mi madre.
Cuando ...
... llegamos vi un pueblo con cabañas de piedra y madera, y a gente que parecía sacada de una película, además de ser sorprendentemente grande.
Al llegar el jefe de la aldea se presentó y nos ordenó cambiarnos. Pedí deliberadamente una talla menos de la mía, y me trajeron un vestido sencillo marrón con una blusa blanca que se ataca en el pecho con una especie de cuerda entrelazada. No podía cubrir del todo mis tetas y me hacía un gran escote. También había una especie de corsé de cuero que me até a la cintura y unos zapatos de piel. Me veía casi como una prostituta medieval pero no me importó.
El jefe no puedo evitar mirar mi escote cuando nos reunimos y nos daba instrucciones.
- El matrimonio y el niño vivirá juntos en esta cabaña. - dijo conduciendo a mis padres y mi hermano pequeño a la cabaña.- en cuanto a la jóven, tradicionalmente estaría ya casada así que en estos dos días algún hombre deberá elegirte y darle la dote a tus padres para vivir con él si dan su aprobación.
Siguió presentando el pueblo y finalmente pudimos ir por nuestra cuenta. Me imaginé que estaba realmente en la edad Media y observé como los hombres me miraban. En seguida mi mente creó fantasías en mi cabeza y me puse cachonda. Quizá mi amiga llevaba razón y era ninfómana pensé riendo.
Un par de días pasaron y tenía varios candidatos para "pedir mi mano". Aún no lo habían decidido y yo daba un paseo sola. Llegué a una especie de mercado y vi un puesto apartado que un grupo de hombres estaban ...