1. Mi fantasía


    Fecha: 23/08/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... encontró la primera sorpresa: él pensaba que yo llevaba tanga, pero descubrió que no llevaba nada, sólo el coño completamente depilado y al aire. Me miró a la cara y su sonrisa lo dijo todo al tiempo que acariciaba mis labios vaginales sin siquiera rozar mi clítoris.
    
    Quité la mano de la bragueta de mi marido, y puse ambas manos en la de nuestro amigo, desabrochando el pantalón, bajando la cremallera y metiéndolas después bajo su bóxer, tocando fin piel con piel esa polla que tan bien conocía. Ya estaba durísima, caliente... Se la masajeé un poco mientras el mordía mis pezones y mi marido me tocaba el coño y me dejaba hacer.
    
    Tras unos minutos, no recompusimos como pudimos, dimos la marcha del ascensor, y por fin llegamos a la habitación.
    
    Nada más entrar, pedí a los chicos que me dejaran desnudarles, primero a uno y luego al otro. Primero desnudé a mi marido, para que él se calentase desnudo viendo cómo desnudaba al otro. Cuando empecé a desnudar a nuestro amigo, miré a mi marido y me hizo un leve gesto con los ojos, por tanto, al otro sí le permití tocarme. Le quité la camisa y dediqué unos instantes a lamerle y morderle los pezones, mientras con las manos le quité el pantalón y el bóxer, hasta dejarle también desnudo. Poco a poco me puse de rodillas delante de él y me metí de golpe su polla en la boca, iniciando una mamada profunda.
    
    En ese momento, ya tenía los dos como yo quería: desnudos, empalmado y decididos.
    
    Me quité la falta y desabroché mi camisa, pero ...
    ... sin quitármela. Sólo llevaba puesta la preciosa camisa de seda y unas sandalias negras con un tacón de vértigo.
    
    Pedí a los chicos que empezasen a tocarse entre sí; mientras, yo me senté en una butaca baja, con las piernas abiertas para que ellos tuviera una buena visión de mi coño, y las tetas a la vista por lo mismo.
    
    Les puse un preservativo a cada uno y les pedí que me ofreciesen lo que quería ver, penetrarse el uno al otro. Primero nuestro amigo masajeó el ano de mi marido con sus manos, abriéndolo poco a poco y lubricándolo con saliva. Cuando lo tuvo bien abierto, y los dos con sus caras vueltas hacia mí, empezó a meterle la polla poco a poco, h asta que los huevos de los dos se tocaron. Eso me puso cachondísima, y mi coño se empapó aún más, pero resistí la tentación de tocarme. Empezó a bombear con fuerza, y la cara de mi marido era espectacular, entre el dolor y el placer. Me hubiera corrido en ese mismo momento...
    
    Cuando estaban los dos a punto del orgasmo, cambiaron de posición, y entonces fue mi marido quien se folló a nuestro amigo, hasta casi correrse ambos.
    
    Ése era el momento de que yo entrase en el juego. Me levanté, me quité la camisa y me acerqué insinuante hacia ellos, con el coño chorreando y bamboleando mis grandes tetas.
    
    Les quité los condones y acerqué sus pollas a mi cara, restregando una en cada mejilla, mientras ellos empezaron de nuevo una sesión de sobos en mis tetas y en mi culo. Saqué la lengua, acerqué las puntas de sus pollas a mi ...