1. Desvirginada


    Fecha: 29/08/2022, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Gatitavenus, Fuente: drugsounds.ru

    ... de ponerlas bien duras, bueno, la de Iván ya lo estaba. Intercaladamente fui mamando una por una.
    Por su parte, Jorge se agachó me despojó de mis zapatos y me fue quitando las medias, claro acariciando y besando la piel que iba descubriendo, luego metió sus manos bajo mi falda la cual seguía muy levantada, tomando por el resorte mi calzón me lo fue bajando hasta quitármelo. Yo le ayude deslizando mi cuerpo hacia afuera del sillón hasta que parte de mi espalda alta reposó en el asiento y desde mi cintura hasta las rodillas quedaron volando y a disposición de Jorge.
    En esa posición tuve una gran vista desde abajo de las vergas de sus amigos con todo y sus testículos colgando, ya casi estaban totalmente erectas y duras por las mamadas que yo les daba. Entonces Jorge abrió mis piernas y se puso a lamber con su lengua mi rajita, recogiendo los abundantes jugos que saboreaba y se tragaba. Cuando estaba ya casi limpia, metió su lengua en mi vagina como tratando de sacar más, también chupó mi clítoris y las descargas de mis jugos vaginales no se hicieron esperar.
    Sin dejar de chupar mi clítoris, metió uno de sus dedos en mi vagina, luego introdujo otro dedo pero de su otra mano en mi ano. Se sentía tan rico que por un momento me olvidé de mamar las otras vergas, pero ellos me las restregaron y continué con mi misión.
    Era como un sueño que quizá muchas mujeres me envidiarían, pues el primer orgasmo real de mi vida era rodeada por cinco hombres que me ofrecían sus penes y sus ...
    ... placeres. Recuerdo claramente mis gritos de placer cuando sentí una electricidad recorrer todo mi cuerpo, una gran descarga de mis jugos y una excitación increíble.
    A pesar del orgasmo, mi excitación no disminuyó, al contrario, seguía creciendo al mismo tiempo en que la cabeza me daba vueltas y vueltas y mi conciencia se perdía en un mar de sensaciones inexplicables.
    A partir de ese momento, mis recuerdos se volvieron confusos e inconsistentes. Solo recuerdo abrir los ojos y sentir un dolor muy fuerte pero rico en mi vagina que por un momento me hizo reaccionar y entonces pude ver que era Jorge que me comenzaba a clavar su enorme verga, la cual ya tenía toda su cabeza y quizá un poco de su tronco en mi interior. Por fin el momento que había esperado toda la noche y deseado todo el día había llegado, la de ser penetrada por la verga de mi querido macho.
    Cerré los ojos, abrí lo mas que pude mis piernas y apreté con fuerza el forro del sillón para resistir el dolor. Para entonces ya no mamaba las otras cuatro vergas, de hecho ignoro que hacían sus amigos, aunque adivino que se masturbaban viendo como me penetraban, aunque por momentos podía percibir sus manos por todo mi cuerpo.
    Estaba consciente del dolor que me producía Jorge pero no me importaba, incluso lo disfrutaba mucho, quizá porque poco a poco estaba perdiendo mis cinco sentidos y el dolor en mi vagina era lo único que me quedaba.
    Cuando el dolor disminuyó un poco, me di cuenta que mi cuerpo  se movía mucho por los ...
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