Noche de sexo y estrellas fugaces
Fecha: 21/08/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: priscilla69, Fuente: CuentoRelatos
Anunciaban a bombo y platillo que hoy era el día.
Miles de estrellas caerían del firmamento. Una de las noches más románticas del año.
Me dispuse como cientos de personas a contemplar la noche desde otra perspectiva. A oscuras y en silencio, buscando entre el cielo la caída de la lluvia estelar.
Como bien dicen, si pillas a una cayendo y pides un deseo, es probable que se cumpla. Yo, me permitiría el lujo de pedir lo que más me apetece en esta época del año, y de lo que por el momento carezco. Un cuerpo que me posea de forma salvaje, mientras la lluvia de luces me envuelva. Apago las luces de casa y salgo a la terraza con una cómoda butaca en la que poder sentarme y observar el paraíso. Como han dicho que el espectáculo comenzará a media noche y apenas son las 11, me entretengo observando los balcones del edificio de enfrente.
Esto me recuerda a un cómic de antaño, en el que salía un bloque de pisos con personajes peculiares y pintorescos.
En el primer piso, aparecen las cortinas corridas y está en la más absoluta oscuridad. Deduzco que habrán salido a pasear.
Muevo la vista hacia el segundo, y diviso a una pareja que comparte mesa y mantel con dos niños que se están lanzando la cena a la cabeza.
Me noto algo inquieta y empiezo a aburrirme.
Me levanto, preparo una copa de algo fuerte con hielo y regreso a la terraza. Cuando llevo media copa metida en mi estómago, veo que se enciende la luz en el primer piso.
-Habrán regresado. Digo mientras cojo ...
... la copa y doy otro sorbo.
Una silueta masculina se distingue tras las cortinas blancas del salón.
Puedo apreciar cómo se deshace de la camiseta, descubriendo su torso desnudo.
Mi imaginación comienza a volar entre los edificios, y como si fuese un superhéroe, escalo con precisión la fachada, hasta colarme en casa de un desconocido.
Oigo ruido de agua en cascada, deduzco está en la ducha.
Me acerco a la puerta con sigilo y huelo el sexy aroma del jabón. Una mezcla de olores sugerentes, provocan en mí, pensamientos lascivos.
—¡Ufff!
Estos olores me perturban. Noto la humedad latente entre mis piernas.
Creo haber encontrado lo que buscaba.
Oigo cierta melodía de fondo, a la vez que él, tararea los acordes como puede. ¡La recuerdo! Es Ay Mujer, de JLGuerra.
Debe ser un tipo bohemio, un romántico solitario.
Abro la puerta del baño con extrema lentitud. Apenas se ve nada. El vapor invade la estancia.
Me observo a duras penas en un espejo que tengo enfrente.
A la derecha aparece la mampara, pero apenas se divisa la silueta desnuda del espécimen en cuestión.
Veo a tras luz como las manos enjabonadas recorren su musculoso cuerpo.
Estoy sudando la gota gorda. Necesito ese pedazo de estatua sobre mi cuerpo. Que me posea de una vez. Me hace falta ese falo empalado a mis entrañas, como aire para respirar.
El pulso se me acelera. Sufro taquicardias.
De pronto, la puerta de cristal se separa y sale de la ducha.
Nos encontramos frente a ...