1. Mi vecina la enfermera Lucía


    Fecha: 24/04/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos

    ... caídos, de pezones oscuros y duritos por la excitación. Un poco gordita, sus nalgas eran planas y en su pubis resaltaba una mata de pelos abundante y muy negros, sus labios vaginales sobresalían por ser grandes y se alcanzaban a ver húmedos y escurriendo fluidos. Me excitó mucho verla así, mi verga no perdía su firmeza, al contrario, se puso más dura. Fue ella quien abrió el sobre del condón, lo sacó y lo fue deslizando por mi verga.
    
    Sentado sobre la sala y mis pies apoyados en el piso, ella se montó sobre mí, inclinado cómo estaba veía sus labios vaginales abiertos, disfruté mucho ver cómo iba entrando mi verga en ella, parecía no tener problema en recibir mi tamaño a pesar de su estatura. Le entraron mis 19 centímetros completos, su vagina descansaba sobre la base de mi tronco. Con sus manos sobre mi pecho, ella empezó a moverse de adelante hacia atrás mientras se mordía los labios para no gemir tan fuerte. También subió y bajó sobre mi tronco, aunque parecía que ella disfrutaba más del movimiento adelante y atrás, yo la sentía muy caliente por dentro y por fuera, muy húmeda, tanto que sentía gotas de sudor mezcladas con fluidos resbalar entre mis huevos y mis piernas.
    
    Se vino varias veces, me daba cuenta porque ahogaba sus gemidos en su garganta, se quedaba quieta unos instantes y su vagina se contraía, para iniciar de nuevo con sus movimientos atrás y adelante. Varias veces. Yo sentía muy rico. Hubo un momento en que estando así, se movió muy rápido y tuvo el ...
    ... orgasmo más intenso de esa mañana, su cuerpo temblaba y sus ojos se pusieron en blanco mientras arqueaba su espalda hacia atrás soltando un gemido fuerte y veía que sus pezones se hinchaban más de lo normal. Poco a poco se fue calmando y se dejó caer sobre mi pecho, escurría más líquido entre mis piernas, se había venido intensamente.
    
    Esperé a que se recuperara sobre mí, luego de un buen rato y con un poco de dificultad se fue incorporando y sacándose mi verga de su panocha tan húmeda, yo sentía cómo palpitaba por dentro.
    
    "Estuvo muy rico, pero ya te tienes que ir. Gracias". Me dijo, mientras ella se dirigió a su cuarto y yo me subía el pantalón, ya que ni siquiera me lo había quitado. Salió con algunos condones en la mano y envuelta en su bata de baño. "Llévatelos porque si mi marido me los encuentra se va a enojar". Tomé el puño de condones y también el que habíamos usado, le hice un nudo y lo guardé en mi pantalón. Ella se puso a limpiar los restos de nuestros fluidos sobre la sala, aunque había quedado una mancha de humedad. Me acompañó a la salida y sin asomarse me abrió la puerta, salí y tras de mí oí el golpe de su puerta al cerrarla. Sólo una vecina estaba sobre la calle y me vio, la saludé y caminé a la casa de un lado que es la de mis abuelos en donde entré y me invitaron a almorzar.
    
    Por la tarde le conté a Yesica lo que había pasado con la enfermera Lucía, aunque se excitó un poco con los detalles que le di, a mi novia no le atraía la señora Lucía, así que solo ...