La hija de Mariela - Relatos Eróticos

La hija de Mariela

... en el culo, que antes había mojado. Solo le entró la punta y no toda. Empecé a girar el dedo, muy suave dilatando ese agujerito tan delicado 
En un momento ví un camino de tierra, lo tome y anduve unos minutos hasta encontrar unos árboles en ese descampado.
- Que lindo la chupas... Me encanta
Ella se enderezó y me dice
- Mira que soy toda nueva por favor. Te dejo hacerme todo pero si duele paras
- Vamos atrás, le propuse y baje de la camioneta. Acomodé los asientos de manera que con el baúl hacían una cama y puse una manta que siempre estaba ahí, para viajes.
Subí y ella cruzo entre los asientos
- Esto es una pieza de grande
- Más cómodo y acá no pasa nadie, respondí
Ella se sacó el hilo y abriendo las piernas me pidió que se la chupé
La recosté sobre la colcha y me hundí entre sus piernas. Le chupe un buen rato la concha y levantando sus nalgas con mis manos empecé a alternar entre su concha y su culo.
Gemía, se movía, de a ratos me apretaba la cabeza y de a ratos apretaba sus tetas, hasta que atrapando mi nuca con la piernas acabó copiosamente
Cuando me soltó, pude ver qué respiraba muy agitada. Esto la hacía hinchar más esas tetas perfectas.
Suave se las empecé a chupar y lamer, hasta que volví a manosearle el clítoris con los dedos.
En un momento se gira de lado quedando su espalda y su culo hacia mi
- Abrázame
Me saqué la ropa que me quedaba y la apreté contra mi pecho, aprovechando a meterle la pija en el canal de su culo.
Después de unos minutos le ...

... presenté la entrada de ese hoyo a la cabeza de mí pija y la dejé ahí, mientras le besaba el cuello y el lobulo de la oreja, jugando con sus pezones.
De a poco su culo se amigaba con mi pija y se iba mojando más y más, hasta que ella presionó para atrás y junto a un pequeño quejido, se calzaba solita la cabeza adentro
- Vos quieto por favor Es muy grande
- Si mi amor, hacelo vos tranquila
De a poco a cada ratito se iba tragando otro pedazo de pija dura, se volvía a quejar, apretaba y soltaba la pija con el culo, hasta que se empezó a mover suave metiendo y clavando más de la mitad de la pija adentro del culo
Bajé una mano y la empecé a masturbar, y como una reacción eléctrica ella gritó, se clavó el resto de la pija bien al fondo y acabó mojandome la mano y la colcha, sin dejar de tener espasmos que la hacían cojerse sola y no paraba de acabar y gritar 
Cayó como desmayada con la cabeza pesada sobre un brazo mío y probé cojerla. No dijo nada, levantó una pierna un poco y ya le di pija como loco hasta que en varias metidas le llené el culo de leche 
Ella temblaba sin parar, yo la seguia teniendo dura y ensartada al fondo mientras había vuelto a acariciarle las tetas y el vientre.
Sin movernos, le fui sacando la pija hasta que salió junto a la leche que le caía del culo, y se quejó
- Ahia dijo y no se movió
Le llevé la pija a la concha y empecé a frotarsela hasta que sentí que la estaba abriendo. Al principio me costaba mucho pero sus líquidos muy calientes y abundantes ...