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Can sado
Fecha: 25/05/2022, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: Kelo1961, Fuente: drugsounds.ru
En casa hay dos perros, hace años que me divierto cada tanto con un Chihuahua toy que me da placer con su lengüita cuando lo meto a mi pieza y desnuda le ofrezco mi conchita. Suelo untarme con algo que le gusta y me lleva al cielo en cada orgasmo. Hace poco le permití con algo de temor a contagios, pero más calentura, que me frote y ponga la pija que es como un cono muy rojo y caliente. Me la mete muy poco y controlo no quedar abotonada o que me lastime. He acabado más por morbo que por la cojida. Dos días atrás estaba relajada y decidí jugar por primera vez con un snauser mediano que tendrá un año y meses. Lo metí a la pieza y me desnudé. Me senté al borde de la cama, abrí las piernas, me unté un dulce y lo llamé. Al principio me lenguteo sin mucha atención, pero cuando sintió el sabor de la untada se entusiasmo y me empezó a pegar fuerte y muy ligero en el clítoris, haciéndome tener una cabada fuera de mi control Al soltar mis jugos se enloqueció y quiso montarme. Lo pensé sería una manera de decir porque al subirse a mi pierna me frotaba su verga caliente y húmeda que ya se había salido del capuchón y se le veía la fina y dura punta seguida de un tronco mediano que estaba brillando de jugos Me paré, me subí a la cama en cuatro y cuando quise acordar estaba montado sobre mí, pegándome en las nalgas con la pija ...
... durísima. Moví un poco las caderas y me ensartó. De una sentí que su pija me iba al fondo sin escalas y me partía la concha. La empezó a meter y sacar muy rápido, y volví a acabar más fuerte. Sentí que me quemaba adentro y de pronto que me metía su nudo en la concha. No podía parar de acabar y llorar de placer y el perro no dejaba de mover su pija adentro hasta que exploté gritando de placer y dolor agudo. Quiso salirse pero trabada su pija en mi concha quedamos culo con culo por varios minutos. Yo quería que la saque pero no tirando como hacía, trataba de que se quede quieto pero mis fuerzas no me alcanzaban. No sé cuántas veces más acabé o solté lo que tenía, sintiendo esa bola caliente en mi concha, hasta que la pudo sacar haciendo ruido y dejando muy abierta y dolorida la concha. Me había desvirgado de nuevo y mi concha estaba destrozada. Me puse de lado, en posición fetal y sentí que olió el culo pasando su lengua por mis piernas y nalgas. Lo quise hechar, y me quedé dormida. Me desperté muy dolorida, terriblemente abierta, chorreada de leche y algún hilo de sangre, para poder ir l baño. El me siguió hasta la puerta, le acaricie la.cabeza y me metí a la ducha. Cuando salí me prometí jamás volver a cojer con ese perro, apenas podía caminar. Claro que días después ya me había olvidado y fui por más pija de este nuevo amante
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