Fecha: 25/07/2017,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
El día de ayer pensé que sería un día común y corriente. Por estos días a principios de año la mayoría de las amigas que conozco se van de vacaciones o todavía atienden a sus familiares o visitas que se han quedado después de las fiestas de fin de año. Yo me he quedado en casa atendiendo el negocio de mi hermana, pues tuvo que salir a otro estado con su asistente para cerrar algunos negocios pendientes. Y es mi hermana y su asistente la que cambian el rumbo de los últimos días.
La hija de Lucía, quien es la asistente de mi hermana en el afán de ahorrarse algunos euros ha decidido adelantar su viaje hacia USA. Mi hermana me llama y me pide de favor que vaya por ella al aeropuerto. Es primera vez que visita el país y a su madre, quien viene desde Madrid y aquella tarde pues de alguna manera incomodo, pues estos días hace un frio que no dan deseos de salir, acepto y me voy esa noche por Elisa al aeropuerto. Compro una cartulina para escribir su nombre y así que identifique que soy yo quien ha ido por ella a su encuentro.
Me envían una foto de su rostro para hacer más fácil la identificación y me han dicho que le han enviado una foto mía a ella. Por la foto, se me hace una chica normal que a mi calculo estimo ha de tener unos 18 o 20 años. Realmente tiene 25 y se acaba de graduar en jurisprudencia, lo cual descubro ya cuando venimos de camino del aeropuerto.
Viene con falda negra y chaleco del mismo color, blusa blanca y pantalones o leggins negros que sostienen sus ...
... bien desarrollados músculos; zapatillas de tacón alto y su cartera también de color negro. Hacemos contacto y nos saludamos con un beso en la mejía. Es sonriente y muy amigable y eso hace que mi mal humor se disipe, pues realmente este favor lo hacía más por mi hermana, que pensar que esta chica sería la que terminaría con esa dieta sexual de los primeros días del año.
Elisa es muy directa y bastante liberal y eso hizo que todo se conllevase de una manera más suelta y más familiar. Me sorprendió con su cumplido indirecto, pero que me mandaba un mensaje que no daba ni un ápice a ninguna duda:
- Pensé que eras el novio de mi madre. Me hubiese dolido competir con ella, pero veo que solo será de algunas cuantas miradas y sobrepasar los sentimientos con alguna esposa o novia.
Lo decía con ese acento de Castilla, pues aunque había nacido en Colombia, esta chica se crio con su padre en la tierra de Santa Lucia. Quizá el halago más grande y que me pareció una insinuación muy directa fue cuando me preguntó mi edad y que para mí era una invitación directa.
- Usted no parece de 50 años Tony, si mis compañeras tuvieran la oportunidad de conocerlo, dudo que no hubiera una que no quisiera comérselo. No sé cuántos chavalos de mi edad quisieran tener su cuerpo y la pinta de modelo que usted tiene.
Pasamos a un restaurante a tomar la cena, pues aunque para Elisa eran horas de la madrugada, también mostraba un apetito tan fiero como el mío. Las insinuaciones siguieron y me hicieron ...