1. Mi hermano me llamo de la cárcel, lo iban a matar


    Fecha: 21/07/2018, Categorías: Lesbianas Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Julia, tengo 20 años, quiero contarles lo que me paso, yo no lo puedo entender, todo empezó cuando mi hermano mayor Juan me llamo por teléfono de la cárcel -hermana, me quieren matar, tienes que hacer que me cambien de pabellón, llama al abogado Pérez, eres mi última oportunidad. Él estaba en la cárcel hace 4 años, mi madre siempre se había hecho cargo de visitarlo, ver su juicio, llevarle dinero, pero mi madre había muerto hace un mes, ella era una hermosa mujer de 45 años y un cáncer al útero la había consumido en 6 meses, antes de morir me había hecho prometerle, que yo vería por mi hermano.
    
    Busque en los papeles de mi madre y encontré la dirección y el teléfono del Dr. Pérez, (en el Perú a los abogados se les llama doctor) yo me acordaba que cuando mi hermano recién cayó preso hace 4 años yo tenía 16, y la acompañe a mi madre a ver al abogado, solo me acuerdo que era calvo y que mi madre paso y yo me quede fuera, lo llame, y le dije -Dr. Pérez, soy Julia la hija de la señora María, me ha llamado mi hermano Juan, y me dice que lo van a matar si no lo cambian de pabellón no sé qué hacer estoy desesperada. -el carraspeo como pensando -claro como no me voy acordar de tu madre, más bien mi pésame, me entere de su fallecimiento, mira ven esta tarde a las 7 de la noche a mi oficina, vamos a ver que se puede hacer. Al menos tenía una esperanza.
    
    Mi esposo, con el cual me había casado hace tres meses, trabajaba en otra ciudad y solo le veía cada tres días, el había ...
    ... sido mi primer y único enamorado que mi madre me había permitido, es más prácticamente mi madre nos hizo casar cuando sabía que ella se iba a morir, para que alguien me protegiera cuando ella se muriera, después de que mi hermano cayó preso, me madre no quiso que la historia se repitiera conmigo y me sobreprotegido, nunca iba fiestas, del colegio a la casa, mi esposo siempre había sido una persona callada, era evangélico, él era bueno pero apenas nos veíamos con su trabajo y el mío.
    
    Eran las 5 y me comencé a cambiar, me puse mi ropa de luto, una blusa y una falda negra holgadas, la verdad es que me vestía siempre holgada, pues era pequeña pero tenía desarrollada mi busto y mis caderas, siempre había tenido vergüenza, pues en la calle no faltaban los hombres que pesar de mi forma de vestir me decían cochinadas, si bien cuando las escuchaba, me paralizaba. No perdí tiempo con mi pelo, pues siempre lo llevo corto.
    
    Encontré la dirección, era el tercer piso de un edificio viejo, toque en el número de la oficina, y me abrió una señora de edad, que debía ser su secretaria, me dijo que esperara que el doctor estaba con un cliente, a los 10 minutos, salieron dos hombres uno alto con terno y el otro debía ser el pues era calvo, me trate de acordar de hace 4 años y me pareció más viejo, pero ahora lo veía no tan alto como esa vez, era apenas un poco más alto que yo, estaba con corbata, pero con una camisa remangada, estábamos en verano, se despidió del otro hombre, y entonces me ...
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