Media tarde de un viernes; una llamada de Elenita:
-Hola, qué tal, como estás?
-Ando un poco mal...puede venir a visitarme?
-Qué te ha pasado?
-Aquí le cuento...no se vaya a tardar...
Llegué lo mas rápido q pude, toqué fuerte la puerta y esperé un momento.
-Ahorita voy- dijo Elenita.
Al abrir, la vi usando un camisón de algodón, de abotonar al frente. Me causó un poco de asombro, pues nunca me había recibido así.
-Y eso? Qué te ha pasado?- le pregunté.
-Ash, si supiera... me puse a ordenar la casa, y guardé unas cosas en unas cajas, y las estaba guardando en la parte de arriba del closet, y de repente, me dio un fuerte dolor de espalda...como un espasmo.
-Aja, y quieres q te lleve al médico?- me ofrecí al instante.
-No...lo q me haría mucho bien, es q me dé un masaje en la espalda. Puede hacerme ese favor?
Recordé q le había contado q había recibido un curso de masajismo con un club naturópata y por eso me había llamado.
-Está bien, con gusto, a ver si así se te calma.
Nos fuimos a su cuarto, y como vi q tenía unas velas aromatizadas, le dije q las encendería como parte de la terapia, aceptándolo instantáneamente.
-Pues bien, a comenzar...quítate ese camisón, para iniciar.
Se lo desabotonó y me di cuenta q no usaba nada debajo...aunq me motivaba, sabía q lo primero era su dolor.
-Acuéstate boca abajo, y relájate-le indiqué.
Obedeció sin mas, y pude ver su figura, adornada por sus nalguitas, propias de un culito respingón.
Usé una pomada con mentol, para ...
... aliviar un poco el dolor...no le platiqué nada para hacerla sentir mas relajada. Masajeé fuerte, a manera de bajarle un nudo q se le había hecho en su espalda. Cuando me fijé, se había dormido. Hice masaje suave en hombros y piernas, dejándola descansar. Luego, me senté en una de sus sillas, después de cubrirle las nalgas con el mismo camisón q usaba. Para entretenerme, revisé todos los mensajes del día de mi celular; ella, hizo un leve giro, dejando de lado su camisón, mostrándose bella en su juvenil desnudez.
La contemplaba en su inocencia adormecida...daban ganas de besar todo ese cuerpecito hermoso.
unos diez minutos después, se estiró y despertó con una sonrisa preciosa, y me dijo:
-Que rico sentí...me relajó tanto q me dormí...que pena...
-No te preocupes...solo dime cómo te sientes...
-Pues ya no siento el dolor...gracias, sabía q me ayudaría bastante.
Lo dijo, ya sentada, tomándose las piernas por las rodillas, en una pose realmente llamativa y provocativa.
-Pues que bueno q ya te sientes mejor.
-Y ya se cómo pagarle ese favorcito- me dijo.
Y levantándose, se me echó encima, abrazándome y dándome un cariñoso beso en la boca.
-Y me haría otro favor?- dijo con una incitadora sonrisa.
-A ver, como qué sería?
-Tengo ganas de q me haga un oral sabroso como los q me hace siempre...es q es tan sabroso.
-De verdad lo quieres?
-Por supuesto q si- dijo, mientras me acariciaba el paquete.
-Estoy a tus órdenes- le contesté.
-Ok, véngase- me indicó
Volvió a su ...