Elenita y sus cosas 3 - Relatos Eróticos

Elenita y sus cosas 3

Después de haberse tragado mi efusión seminal, ya casi eran las 9 de la noche, y me dijo:
-Como q ya está haciendo hambre, verdad?
-Así parece- le respondí, pensando qué se le podría ocurrir...
-Y si pedimos una pizza a domicilio?- sugirió
-Ok, me parece bien.
La pedimos con una aplicación de internet, y en unos 20 minutos estaban ya tocando la puerta.
Se puso una blusa de abotonar, pero sin cerrarla, mostrando sus erguidos senos, y usando solo un pequeño biquini, para recibir lo pedido...yo observaba lo q hacía con el pobre mensajero, quien hasta abrió la boca de semejante escena con q lo recibían.
-Muchas gracias, y a ver cuando regresa- le dijo al despedirse, riéndose con picardía.
Cerró la puerta, y se despojó de lo poco  q usaba, volviendo a quedarse hermosamente desnuda. Tomó una porción de la pizza, le dio una mordida, y sentándose de piernas abiertas, me dijo
-Aquí está esperando q venga a comérsela- señalando entre sus piernas.
No había descifrado si se refería a la comida, o a su jugosa panochita q se ofrecía aun mas llamativa q el alimento. Hice una mirada de ¿Cuál me comería? y ella, entendiendo, me dijo
-Las dos se va a comer, oye?
Ya con la indicación clara, me acerqué y devoré la porción, y luego dirigí mi lengua a su abierta cosita, lamiéndosela con un poco de brusquedad, reaccionando con un suspiro q indicaba q le gustaba lo q sentía.
En un momento, me apartó de entre sus piernitas, y poniéndose de pie, tomó una bolsita de queso rallado ...

... q acompañaba la comida, y abriéndola con sus dientes, me la echó en el miembro viril, y comenzó a chuparlo con sumo placer, metiéndosela  hasta lo q su garganta soportaba...aproximadamente unos 7 minutos y sentía q mis bolas se habían recargado y estaban a punto de sacar sus líquidos.
-Elenita, te la puedo meter entre las nalguitas, esas cositas tan ricas que tienes?- pedí permiso...
-Siii, ya sabe q me gusta sentir también q me estimulen mi culito...y el único q sabe hacerlo con tanto amor, es usted, mi campeón- me dijo, casi suplicando.
Se puso en cuatro, de perrito, con sus chichitas colgando por la gravedad, pero con su culito a mi entera disposición
Le puse un poco de saliva, y con delicadeza, se la fui metiendo, a lo q ella solo gemía de gusto.
Comencé el mete y saca, y mientras la taladraba, le pasé la mano por delante, acariciándole y masajeándole el clítoris, haciéndola lograr un orgasmo q la hizo caer derrumbada en la cama, pero no se la saqué.
La halé a la orilla de la cama y volviendo a metérsela en el ano, la follé con mas fuerza, soltando un leve grito de placer, en el momento q le llenaba su hoyito de mi leche. 
-Hay, amorcito- me dijo, con respiración entrecortada- usted sí q es tan especial...estas dos noches van a ser de verdad únicas, y tan llenas de amor y sexo, q ni sentiremos pasar el tiempo.
Y si, fueron noches de tanta pasión, q esperamos volver a repetir.
Escriban comentarios para continuar mas de las aventuras de la tierna Elenita.