Con el quiosquero
Fecha: 24/07/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... Hasta mi pobre polla había soltado un par de gotas de semen, cuando metió su polla sodomizándome.
¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba el quiosquero ensartándome su polla hasta los mismísimos cojones. ¡Ohhh que gusto perrita! Que culito tienes cabrón, ¡ooohhh que gusto!
Se podía escuchar el golpeteo de su pelvis pegar en la entrada a mi ano, plof, plof plof plof, plof, plof plof plof, mientras su polla entraba y salía de mi culito, deslizándose por mis entrañas.
Dios que gusto estaba sintiendo, aquel cabrón me follaba de maravilla, me encantaba como me daba por el culo el quiosquero. Notaba como entraba en mí aquella polla, llegaba a lo más profundo de mis entrañas, y como rozaba mi próstata cada vez que me la metía.
Yo no podía dejar de gemir, aquello me estaba volviendo loco, aquello me estaba haciendo delirar de placer.
¡Ohhh! Grité, Me corro, me corro, ¡ooohhh! Gritaba soltando chorros de semen por mi polla mientras me seguía sodomizando el quiosquero.
¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba yo terminando de soltar todo mi semen sobre mi barriga y vientre.
Así mi perrita, así, córrete. Córrete y disfruta, que te voy a dejar bien preñado, te voy a abrir el culo y meterte mi picha hasta las orejas, te voy a dejar reventado, pedazo de maricón.
Dios, el cabrón del quiosquero sudaba como un cerdo, metía y sacaba su polla de mi culo a toda velocidad. Menuda follada me estaba largando el muy hijo puta. Estaba de rodillas sobre el sofá, me ...
... sujetaba por las caderas con sus manos, manteniéndome las piernas sobre sus hombros, mientras metía y sacaba su polla de mi culo a toda velocidad. Me tenía como a un pollo asado ensartándome su vara por el culo.
Notaba como me entraba su polla hasta lo más profundo, y como sus huevos chocaban en la entrada de mi ano.
Veía su cara enrojecida, las gotas de sudor resbalando por su frente, como abría la boca en una mueca de placer y satisfacción, mientras impulsaba su pelvis, ensartándome una y otra vez su polla, abriéndome el culo mientras me sodomizaba.
Dios, que gusto sentía cada vez que su polla me llegaba al fondo de mi culito, y aquella sensación que tenía cada vez que sus cojones los notaba golpeando la entrada de mi ano. Sentía una corriente correr por todas mis entrañas. En aquellos momentos me sentía poseído por el quiosquero, en esos momentos era totalmente suyo.
La polla del quiosquero seguía taladrándome el culo, entraba y salía ensartándose una y otra vez, invadiendo mis entrañas. Me encantaba cuando sus cojones tocaban la entrada a mi ano, y el cabrón del quiosquero daba un impulso metiéndome más a fondo su verga, en esos momentos notaba como llegaba a lo más hondo de mis entrañas, sintiéndome invadido por completo. En esos momentos era totalmente suyo, en esos momentos, mi cuerpo le pertenecía.
Ya llevaba tiempo sodomizándome el quiosquero, cuando empezó a jadear más fuerte y gritar, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ohhh perrita que gusto! Gritaba ...