Un momento de extásis infinito - Relatos Eróticos

Un momento de extásis infinito

Hola amigos! Este es mi primer relato en la página así que espero que les guste mucho. 
Me presento para que dejen volar un poquito su imaginación, me llamo Agostina pero me gusta que me digan Agos (o bebita), tengo 22 añitos y vivo con mi papi en un pueblito de España, pero soy de Argentina, bueno, soy morocha, mido 1,52 y tengo unos atributos muy importantes que hacen que todos, hombres y mujeres, se volteen para verme, lo cual me enloquece! Apenas veo una persona que me mira con deseo, mi mente explota de imaginación, pero basta de hablar de mi, les quiero contar lo que me sucedió el verano pasado en Argentina
Resulta que tenia que tomar el subte para llegar a casa, como era un día de muchísimo calor decidí vestirme muy ligerita de ropa, una pollerita corta y un top, no me gusta usar ropa interior en ninguna época del año y ese día no fue la excepción, salí decidida a tomar el subte y al llegar veo una mujer de unos 40 años  que me deboraba con la mirada, por lo que comence a juguetear un poco con la situación, como ya había pasado la hora pico de pasajeros, la estación estaba vacia, por lo que decidí abrir mis piernitas y mostarle a esa extraña mujer mi vulva hinchada, en ese momento y sin mediar ...

... palabras me avalance sobre ella para besarnos con una pasión increíble, jamás había sentido algo igual, nos besamos fuertemente por unos 15 minutos, dejando pasar 2, 3 o vaya a saber cuantos subtes, estabamos muy excitadas, me mordía los labios con mucha pasión mientras con mis manos apretaba fuerte sus pechos, su culo, su espalda (de sólo recordarlo estoy totalmente mojada), en un momento nos miramos a los ojos y comenzamos a buscar un rincón donde poder coger, aunque si nos miraban ya no nos importaba nada, salimos de la estación y enfrente había un parque totalmente desolado, perfecto para nosotras, llegamos a un banco del parque y nos desnudamos ambas por completo y ahí comenzo lo mejor, su lengua chupando mi concha que hervia de placer, no podía parar de gritar, de gemir, quería que se quedara para siempre en mi vagina, hicimos el 69, todas las poses posibles, le chupo el culo, ella a mi, nos masturbamos mutuamente, sentir sus dedos en mi vagina, que placer!!! llego el mejor momento, acabamos, en simultaneo mientras nos besabamos con mucha pasión y cuando nos dimos cuenta había un hombre de unos 50 o 60 años mirandonos fascinados y con una visible erección... pero eso se los voy a contar más adelante...