Gaymers
Fecha: 12/07/2018,
Categorías:
Gays
Autor: KoryWoltz, Fuente: SexoSinTabues
... proyecciones. Yo me sentaría a lado de Hari y con sutiles indirectas le demostraría que… bueno… que quiero que me enseñe a mas detalle cómo sucedieron las cosas. ** En la penúltima clase mi pie no paraba de bailar desesperadamente, inquieto por terminar. Cuando salimos por fin, le pregunto a Hari si nos sentamos juntos. -Claro-responde él, ignorante de mis planes. Llegamos a la sala y, justo cuando quiero que el maestro se aparezca, se tarda más de media hora en llegar. Argumenta que no encontraba la película, pero que ya está todo listo. No sentamos en la parte posterior. La fila completa es sólo para nosotros. Las luces se apagan. La pantalla refleja los títulos. Espero dos, tres, veinte minutos, no lo sé y luego comienzo. Subo las piernas a los muslos de Hari quien los quita con un empujón. Después rozo mi cadera con la suya. No alega nada. Entrelazo mi rodilla con la suya. Sus ojos se apartan de la proyección y en la oscuridad se enfocan en los míos. Creo que ha captado la idea. Mi mano se desliza a su muslo y comienza a masajearlo. Él me corresponde masajeando el mío, pero con un detalle distinto: él comienza a subir y a subir y a subir. Siento sus dedos en el elástico de mis bóxers. Se deslizan lentamente hacia adentro y corren el camino hacia mi erección, donde comienzan un delicado masaje que me excita más y más. Las cabezas frente a mi está fijas en la proyección, sin saber la acción que sucede detrás. El sonido de mi cierre al bajarse es casi imperceptible y el ...
... movimiento de la cabeza de Hari lo es aún más. Ahora tiene mi erección en su boca y está succionando deliciosamente. Siento como sus labios aprietan mi piel venosa que ruega porque no pare y que siga con más fuerza. Dos dedos suyos masturban la parte baja de mi erección mientras su boca se mueve sin parar. Mi erección palpita y los escalofríos de placer no dejan de recorrerme la espalda y en el momento menos esperado inundo su boca con mi leche explotando en una sensación completamente desconocida por mí hasta ese momento. -Hey, ¿qué pasa allá atrás?-pregunta el profesor encendiendo la luz. Creo que mi placer fue muy notorio… y ruidoso. -Nada, nada-dice Hari-, se me cayó una pluma-agrega recogiendo una pluma que, gracias a Dios, estaba en el suelo. -No hagan ruido-sentencia el profesor y apaga la luz. -Oye-me susurra Hari-, ¿quieres ir a mi casa terminando las clases? No dudo un solo momento. -Claro… cielo-digo y tomo su mano por debajo de la mesa. "voy a salir con Hari, má. Nos vemos a las ocho" tecleo en mi celular y Hari y yo terminamos viendo la película, así, tomados de la mano. Parece que la campana de salida tarda años en sonar. La clase transcurre de la misma manera que lo haría una gota de miel en un cristal, lenta y aburridamente. Mi pie baila incesante sobre las baldosas, golpeando ansiosamente el suelo. No quiero mirar mi reloj de pulsera porque no han pasado más de cuarenta segundos desde que lo miré por última vez, además que esa manía sólo contribuye a incrementar ...