La casada - Relatos Eróticos

La casada

... hmmmm casi sin tocarme ya podía notar como mis fluidos mojaban mis bragas y él quiso comprobarlo. Él, apoyado contra la encimera y yo delante introdujo su mano bajo las medias y las bragas para empezar a hacerme un masaje en mi clítoris de volverme loca…. uno, dos, tres y hasta cuatro orgasmos seguidos delante del fregadero… ufff esta semana cuando friegue los platos me acordaré de este momento y esbozaré una sonrisa. Tuve que decirle que parara… me faltaba la respiración!!!!

“Vamos al salón, que enciendo la chimenea y cenamos algo a la luz de las velas, para coger fuerzas”.

Risas, vino, brindis, calor de chimenea… y “desnúdate, voy a hacerte gozar en el sofá”, me dijo con su copa de vino en la mano. Mientras yo lo hacía, él también se despojaba de sus prendas y una vez desnudos comenzó a besarme el cuello, bajando por mis pechos… me tumbó y siguió bajando hasta que su lengua acarició mi clítoris… “hmmmm Que bien lo chupas, cariño!!, no pares” y así, succionando, despacio de arriba a abajo, sin dejar un centímetro de recorrer con su lengua por mis labios carnosos, llegue al climax, de nuevo ¡¡que noche me esperaba!!!

Bebimos un poco de vino y él introdujo la polla en la copa para que se la chupara… hmmm, excelente cosecha!!! Ahora, Juan coge mis piernas hacia arriba, mis largas piernas, las sujeta por los tobillos y penetra mi vagina con fuerza mientras me sube y me baja las ...

... piernas con sus manos, haciendo fuerza y penetrándome hasta el fondo… me volvió loca!! que sensación… además así yo no tengo acceso a mi clítoris, tengo que dejarme llevar por el placer de la penetración y su polla llegaba a sitios que jamás habían sentido una polla… madre mía!! otro orgasmo!!! y sin acariciarme el clítoris, lo nunca visto en mi.. me había pasado muy poquitas veces en mi vida y estaba feliz… pero esto no acababa aquí. Juan me levantó cogida de la mano y me llevó hasta mi habitación, a la cama, donde me dijo que me quería penetrar el culo… me tumbó, volvió a agarrar mis piernas me las echó hacia atrás y fue introduciendo su polla, poco a poco, jadeando de placer… tenía todo su miembro dentro de mi culo … ohhhh me encanta!!! ahora me pide que me ponga a cuatro patas para seguir follando mi culo. “Tócate mientras te follo, vamos!!! córrete ¡guarra! como te gusta mi polla en tu culo, ¿verdad, puta? hmmmm… me voy a correr… córrete tu también ¡puta!” Mientras, me azotaba, me pegaba todo lo fuerte que le apeteció… me gustó esa mezcla de dolor-placer y cuando sentí uno de los azotes sentí que me iba a correr…. Ahhhhhhhh los dos llegamos juntos al orgasmo… no se puede explicar con palabras … el placer me llenó todo mi ser. Recorrió todo mi cuerpo de arriba a abajo… oía a Juan jadear como antes no lo había oído. Como habíamos disfrutado!!! Es mi hombre… no lo puedo dejar escapar.