La extorsión del viejo borracho
Fecha: 06/02/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Tus Relatos
Autor: Darkbani, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Llevábamos cerca de 3 meses juntos, en ese entonces yo tenía 22 años y ella 17, ella no era muy linda, no se vestía bien y usaba lentes gruesos, pero me gustó su personalidad tierna y algo tímida, sus padres trabajaban casi todo el día y ella tenía clases en la tarde, funcionaba casi perfecto porque gracias a mi horario de universidad tenía las mañanas del martes y jueves libre.
Al principio salíamos al cine, a pasear, comer, y luego la iba a dejar a su colegio, la relación fue creciendo hasta que me dejó entrar en su casa, estaba sola y ya me desesperaba por verla desnuda, muchas veces cuando la manoseaba sentía sus pechos paraditos y de buen tamaño, no podía agarrarlo con una mano, me sobraba un poco, sus muslos eran perfectos y potito redondo y paradito.
Esa fue la primera vez, su cuerpo era perfecto me volvía loco, la bese entera, la acariciaba las piernas mientras le besaba los muslos y me acercaba a su entrepierta, cuando comencé a hacerle sexo oral ella se volvió loca, gemía y se retorcía, apretaba las sabanas y me decía que se la metiera ya. Tengo un tamaño normal pero cuando intente metérselo me costó al principio, ella se movía frenéticamente y cuando entró sentí como me apretaba, estaba toda mojada y me estrujaba delicioso. Se lo puse en 4, me cabalgó, de lado, probé todo lo que recordaba de las películas porno hasta que terminé en su cara y ella sonreía mientras me miraba a los ojos y con los dedos deslizaba toda mi lecha hacia su boca, saboreando y ...
... tragando todo. Al mirarla así me enamoré, nadie pensaría que una niña tan desaliñada y que vivía entre libros era tan puta.
Desde ese día nos juntábamos a culiar todas las mañanas de martes y jueves. a veces culiabamos en su pieza otras en la cocina, en la cama de sus padres, en el living, donde nos calentáramos y muchas veces le pedía que no se sacara la ropa del colegio, me prendía cuando abría su blusa y se subía la falda.
El muro exterior de su pieza daba a un pasaje y tenía una pequeña ventana en la parte superior que tenia tapada con cortinas con protecciones al exterior, nunca le di mayor importancia hasta que por culpa de esa puta ventana comenzó todo a descontrolarse.
Muchas veces que pasaba por la plaza que estaba cerca de la casa de mi novia me encontraba con un viejo que pasaba tomando cerveza, se veía de mas de 50 años no tan gordo, lo veía durmiendo en una banca, o tomando cerveza a la sombra de un árbol, más de una vez me pidió dinero y lo ignoraba siempre hasta que un día me saludó y me dijo
Viejo: vas a ver a tu putita?, como se llama esa pendeja? Catalina?
yo: que te pasa viejo imbécil, no trates así a mi novia
viejo: uuuy disculpe señor, si, su novia, la hija del caballero antipático de la casa amarilla, y de la señora que pasa llamando a la policía para que me echen de la plaza cuando estoy acá, tomando cerveza sin hacerle daño a nadie.
yo: bueno, tome en su casa si no quiere que lo molesten, y si, la Cata es mi novia asi que ...