2.- Claudia y Julián. - Relatos Eróticos

2.- Claudia y Julián.

... ellos estaba el mensaje de Leandro, un chico que atendía un negocio de telefonía, acepté su invitación a desayunar, le pedí que nos viéramos a las 9 am y le indiqué que pasara por mi cerca del hotel, así no tenía que pagar taxi, inmediatamente apagué mi teléfono y me dormí. como a las 7:30 ya del día sábado me desperté, aún tenía sueño pero me sentía muy contenta, me puse mis zapatillas y el mini vestido que me acababa de quitar, Salí de la habitación que había rentado Julián y entre a la mía, donde tenía mi maleta con casi toda mi ropa femenina; me desnudé e inmediatamente me metí a bañar, después comencé a arreglarme; para esta ocasión y como había mucho sol me puse un vestido blanco con vivos negros, que cubría mis pechos y mi espalda, sin mangas, de largo me llegaba un poco arriba de las rodillas, con una abertura en la parte de atrás, esa abertura iba desde mis rodillas y terminaba unos 5 cm antes de iniciar la parte de mis nalgas, el caso era mostrar algo de mí, y ese vestido a pesar de no mostrar mucho de mi cuerpo me hacía verme muy bien, me daba un toque de sensualidad y elegancia, me puse un liguero color negro con sus respectivas medias color negro con una línea en la parte de atrás, un brasier color negro, me pinté las uñas color blanco y tomé una bolsa de mano color negro. Me miré al espejo y me quedé sorprendida, ya no por mi belleza si no porque apenas me había dado cuenta de la belleza de mi cuerpo. Ya más segura que nunca Salí de mi habitación y  del hotel ...

... para dirigirme a donde me esperaba Leandro, él ya me esperaba en un automóvil de buena marca, desde un principio Leandro fue muy presuntuoso, muy creído y tenía un toque como de prepotencia, nada comparado como cuando lo conocí; realmente no hay nada que platicar de nuestro encuentro, únicamente que fuimos a desayunar al centro de la ciudad y una vez que terminamos le puse mil pretextos para poder librarme de él, y así lo hice, eran ya casi las 11:30 y decidí visitar algunas tiendas de ropa; realmente no iba a comprar nada únicamente me los quería probar. Cerca de ahí hay un lugar donde se venden identificaciones de manera ilegal, y yo necesitaba unas para mi nueva personalidad, acudí ahí y no me fue tan difícil adquirirlas, compré una licencia de manejo y una identificación personal. Seguí caminando y visitando tiendas de ropa. Me di cuenta que, vestida así, los hombres no se atrevían a hablarme, y es que me veía muy elegante y creo que eso les daba miedo. Ya eran casi las 4 pm del día sábado, y decidí ir a comer al vips de plaza galerías, donde comí con Julián,  no podía sacarme de la mente a Julián, no olvidaba como me fue llevando, la forma tan linda en que me trataba, como una princesa, recordaba su linda verga en mi boca y en mi culíto, sus caricias, sus besos, esos besos que nunca busqué pero cuando llegaron me cautivaron, no podía olvidar a ese hombre que me había hecho suya, que me había hecho mujer, que había logrado hacerme sentir dichosa y sentirme completa como ...