Jamas pensé que mi esposa me pusiera el cuerno - Relatos Eróticos

Jamas pensé que mi esposa me pusiera el cuerno

... tiempo quise saber quien era ese sujeto, y me dije; "¡voy a esperar a que entren a la habitación!" La escucho abrir la puerta de la calle y luego escucho la voz de un hombre y la de ella, aunque no entiendo lo que dicen, pues estan en la sala en la planta baja. El saber que estaba practicamente desnuda, solo con el baby doll me hacía rabiar, pero queria verlos entrar en la habitación. Pasan los minutos y solo escucho algunos murmullos entre algunos momentos de silencio, luego por fin oigo pasos y los veo entrar en la habitación. No pude evitar sorprenderme; el tipo que la acompañaba era un individuo insignificante, bastante moreno y delgado y desde mi punto de vista debilucho. Lo conocía porque tenia una pequeña tienda de autoservicio a dos cuadras de la casa y patrocinaba un equipo de futbol de la primera especial en la ciudad. En mi mente le grité a mi esposa: "¿con esa porquería me engañas?" Mi esposa se pone a modelarle su atuendo y el a elogiarla diciendole muchos piropos y yo sentí unos celos terribles, pero al mismo tiempo tuve que reconocer que hacía muchisimos años que yo no la trataba con esa ternura y cariño. ¡Tuve que reconocerlo! Comienzan con caricias y besos y yo permanezco como embelesado, paralizado, incrédulo en lo que estaba mirando, hundido en mis pensamientos como en shock y sin poder reaccionar. Por fin, cuando la situación comienza encernderse mas, hice por moverme con la idea de bajar y encararlos, pero en ese momento siento un dolor muy intenso en ...

... mi pierna izquierda, y es que, por lo reducido del espacio, quedo todo el peso de mi cuerpo sobre esa pierna cortandome la circulación y se me había entumecido. La molestia era muy fuerte y me esforcé muchísimo para no quejarme ni hacer ruido alguno. Como pude, me moví muy despacio cambiando de posición para liberar y extender mi pierna y poder recuperarme. No supe cuanto tiempo pasó hasta que desapareció la molestia y pude recuperar el movimiento de mi pierna, pero, para ese entonces ya todo había acontecido alla abajo entre mi esposa y el tipo aquel. La ropa de ambos estaba sobre una silla y ellos dos acostados, cubiertos con las sabanas como disponiendose a dormir. Me di cuenta que el tipo se iba a quedar a dormir con ella; un mundo de emociones y sentimientos se me vino encima y ya no me atreví a salir de mi escondite. Me sentía avergonzado de estar ahí, me sentía un fracasado, pues no olvidaba el contraste entre la atención que ese tipo le brindó a mi mujer alagandola y mostrando su admiración por ella, con la indiferencia que yo le mostraba desde hacia no se cuanto tiempo. Con los ojos llenos de lagrimas por la impotencia pensé: "¡Me lo merezco!". Mi esposa apaga la luz y se disponen a dormir, solo escucho algunos murmullos, risitas leves y chasquidos de besos. ¡Yo no sabía que hacer! Tendría que pasar la noche ahí y aprovechar alguna oportunidad para salir por la mañana. Con un mundo de reflexiones y una confusión tremenda en mi mente, no supe en que momento me quede ...