Me coji a la amante de mi esposo - Relatos Eróticos

Me coji a la amante de mi esposo

Soy de Asunción, vivo en pleno centro comercial del país de mi esposo, nos conocimos en un seminario en el extranjero donde él hacía un máster, y me enloqueció su forma de cojer, es un hombre grande y como yo soy más bien pequeñita y curvilinea el me juega como a una muñeca, ese poderío y el aguante que tiene con los múltiples órgasmos bastó para abandonar todo y viajar con el e incluso casarme, y no vivimos mal, y me tenía super enamorada tras 4 años de vida conyugal, pero cambió, y para mal.
Nada me hizo sospechar, él seguía buscándome durante el día, salimos de vez en cuando y cojemos incluso aún más que el primer año, trabajamos cerca así que más de una vez fui a su oficina a desnudarme rápidamente y cojer en la misma silla donde trabaja, o él se acerca a para que almorzar amos juntos y terminaba tomando su leche caliente en el estacionamiento de algún shopping, de vez en cuando incluso entró a la clínica solo a cojerme por detrás sin siquiera hablarme y me derretia con su pija en mi culo contra las paredes, y eso no cambió, fue eso justamente lo que me hizo saberme engañada, fui a verlo al final del día pero su secretaria no estaba en la recepción, pasé como tantas veces y escuché ruidos en su oficina
-uy, pequeña eso es, chupalo como te enseñe mi perrita
La mujer en cuestión era una pasante y la mía la piba de mi marido entre ladridos, literalmente una perra, me pasó por la Cabeza entrar y hacer una escena pero me retire, salí del edificio y me paralice, Estaba en ...

... shock no podía ni llorar, así que camine hasta casa aún incrédula y sonambula, solo recuerdo que mi esposo llegó y encendió las luces, me encontró en la sala sentada sin aún procesarlo.
El me beso ni bien llego, como si nada, incluso me inclino un poco y me masturbo mientras besaba mis pechos, cuando pude corresponder a sus besos ya me tenía medio penetrada y me nubló el raciocinio, llore al correrme,
-tranquila pequeña, hoy estas super sensible, dale, dame un clímax feliz, dale amor mio
Yo no pude responderle, ya gritaba  otra corrida y lo sentí llenarme, como tantas veces antes y caí en que él no sentía culpa alguna, así que no tenía idea de cuanto tiempo o si alguna vez me fue fiel... Ese pensamiento me hizo vomitar y desmayarme, cuando desperté estaba abrazada y desnuda en la cama, lo tenía allí y cuidándome pero no era suficiente, no quería compartirlo así que lo monte mientras el insistía que debíamos descansar, no pare hasta sentirme llena de su corrida y luego dormimos abrazados.
Al amanecer me sentí un fraude, podía montarlo y vaciarlo de noche pero en el día él estaría con quien quisiera y no era yo, me destrozó esa realidad, y ese mismo día jure averiguar que era lo que la chica tenía de especial, conseguí terminar mi día e ir a la oficina de mi marido antes que termine su día, encontré a la pasante en recepción y pregunte por la secretaria que conocía, Inés una señora mayor que al parecer se tomó un tiempo por salud, así que aproveche y pregunte sobre ella, era ...