1. Abuelita por favor 3


    Fecha: 27/12/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Pancho, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X






    Apenas salió la señora Ana María apresurada y nerviosa de mi casa apague la luz, fui a la ventana abrí la cortina un poco para que no me viera su esposo que la esperaba y corríendo cruzó la calle entrando a su casa y veía con tristeza como se me escapó ese culo, arrecho y con la verga bien erecta me fui a la cama.
    
    Cuando dormía sentí que entró mi  habitación mi abuela y preguntó si podía dormír conmigo y como aún se encontraba borracha no espero que le dijiera que SI y se metió a la cama dándome la espalda, yo me quedé sorprendido al inició y sólo atiné a cerrar los ojos y tratar de dormir nuevamente, pero ya no lo pude hacer como ustedes sabrán entender.
    
    Estaba ya dos semanas sin tocar su cuerpo y eso me tenía caliente y venía ahora que su mejor amiga me había chupado bien la verga y  tragado toda mi leche y eso avivó mucho más la calentura que tenía  en mi cuerpo, así que ustedes me podrán entenderne que ahora no podría detenerme y conformarme sólo con frotarle su culo contra mi erección, además fue mi abuela quién ahora se metía a mi cama. 
    
    Si me había atrevido a ...
    ... grabarla a su amiga Ana María ella también merecía lo mismo, de inmediato mi celular lo ubiqué donde pueda grabar cada detalle de lo que iba a suceder en mi cama, tenía puesto un vestido celeste de tela delgada que lo usaba para dormir, primero puse mi verga que ya estaba libre y en su máxima erección y frotaba por encima de su pijama.
    
    Y ella se mantenía quieta luego de unos minutos de sobarle todo su trasero fui subiendo su vestido y ohh.. qué culo tenía mi abuela era de grandes nalgas y para sorpresa mía estaba sin calzón y mi mano le acariciaba con mucho morbo.
    Como ella seguía supuestamente durmiendo y dándome la espalda me pegué a ella y abrí sus nalgas y metí mi pene e hice un sandwich entre nuestros cuerpos y ahí me quedé quieto y disfrutando de ése momento.
    
    Luego ya colocaba mi pene en su vulva y se lo frotaba varias veces y cuando sentí que soltó un débil gemido mi abuelita, temiendo que se pudiera arrepentirse hice todo lo contrario de lo que uno pudiera  imaginar, en vez de sacarlo de ahí o quedarme quieto se lo introduje todo en una en su vagina.
    
    -! Ohh. mm... Hum. ¡ 
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