Ya no me basta la Poronga de mi jefe - Relatos Eróticos

Ya no me basta la Poronga de mi jefe

... a un ritmo imposible, me nalguea y me perfora como me encanta y   cuando va a refrescarse de mi culo aun chorrea su semen, Ana está despierta así que voy junto a ella y la beso, me corresponde y se sonrojar, es que es una dulzura, aprovecho a chuparle los senos y dejarles marcas, ella solo gime y procedo a masturbarla, ella me muerde al llegar a su clímax, otra ronda y otra le sucedió en una noche increíble, estaba de perrito con la lengua de María en mi garganta y el más divino pensé en mi interior cuando suena mi celular, Ana es una bomba y además es toda una traviesas, me pone el celular cerca y contesta es mi marido, preguntando donde estaba, intento salir de mi placer pero María si bien deja de besarme se pega a mis tetas como un recién nacido, y mi jefe me da tres nalgadas por querer interrumpir su mete y saca, así que contesto a medio llorar exitada y penetrada, le respondo que en lo de mi madre, que ella duerme y que le baje a sus gritos enseguida cambia su tono, se disculpa y mis peones son mordidos recorriendo e electricidad lo disculpo y le deseo buenas noches, el me dice algo que ya no escuche y aguanto mis gritos orgasmicos solo unos segundos, todos reían pero yo estaba muy ocupada gritando mi placer, dormimos abrazadas a él y nos levantamos agotadisimas cerca del mediodía besándonos y de rodilla recibiendo leche caliente, nos bañamos en grupo y ...

... salimos casi decentes del hotel, yo lleve al grupo a su casa, Jaqui vive en las afueras y fue la primera, la besamos entre todas y nuestro jefe le dio un último beso francés apretujandola en su regazo, María fue despedida de igual forma, Ana se me subió al regazo y nos besamos luego compartimos el beso con nuestro amante y la dejamos entrar en su departamento, por último lleve a mi jefe a su casa, primera vez que iba, me beso tiernamente pero me bajó con él, entramos de la mano, y me beso de nuevo en su sala, pasamos la tarde solo como dos amantes, pedimos comida y vimos un programa, y claro cojimos, en su sofá y en su cama y luego contra la pared y en la puerta, apenas me tenía en pie cuando nos despedimos, fui a casa con el culo foto y el coño entumecido, me dormí sin esperar a Roberto pero llame a mi madre para saber de ella, se elegro de oír que no pase la noche con mi esposo por alguna razón, el fin de semana no pude moverme con facilidad, culpa del gimnasio dije, pero me pareció buena idea iniciarlo, las chicas y mi a ante tenían un aguante increíble y debía estar despierta para poder seguirles el ritmo, de vez en cuando jugamos entre nosotras, es difícil coordinar los horarios así que no se ha repetido la pequeña orgia que hicimos, pero aún podemos hacer menage al menos una a la semana, me encanta mi nueva vida, incluso el poder admirar y gozar de otras mujeres