El albañil se convirtió en mi dueño - Relatos Eróticos

El albañil se convirtió en mi dueño

Hola a todos para dejar en claro soy un joven de 26 años, delgado y pequeño de no más de 1.65 soy algo moreno pero no tanto por su parte esta Sergio el trabaja de albañil es mas alto que yo pero sólo por media cabeza, es algo gordo pero robusto pues se nota que es fuerte y tiene 41. Nos conocimos cuando mi vecina del complejo lo contrató para remodelar parte de su baño, el y sus compañeros solían salir para descansar o esperar en el pasillo para que la mujer los atendiera en eso yo solía sacarles charlas pero en especial a Sergio, no se por que? pero en un inicio ya senti atracion por él siempre trataba de encontralo y hacerle conpañia aveces lo invitaba a pasar para comer o ver la tele, él aceptaba gustoso y me vaciaba las cervezas cosas de albañiles. Al poco ya era normal que después de trabajar se viniera a mi departamento para pasar el rato con el tiempo nos ganamos confianza hasta que le pedí si me quería ayudar con algo en mi cama, le pregunté si podía ver que le pasaba mientras yo me bañaba al salir me dijo que no le vio nada raro así que sólo le dije seguro para luego tirarme en la cama boca abajo y con la cola levantada, por unos segundos no paso nada y pensé que ...

... la había cagado pero en cambio Sergio empezó a manosear mis nalgas para luego decir "mira que me saliste trolin amigo" tras decir esto se quitó el sinto y lo puso alrededor de mi cuello, sólo dijo "para ti chico" confundído no me di cuenta que se quitó sus pantalones hasta que rozó su pija por mi raya sin decir nada sólo giré la cabeza para mirarle con aprobación de que lo deseaba por su parte entiendo el mensaje y tras escupir un poco  en mi hoyo colocó su cabeza en el para meterlo de a poco y así hasta la mitad cuando decidió asustarme empujando todo de golpe sin darme tiempo a recionar sólo pude gritar para que el luego diga que me aguante que de ahora lo haríamos así cada vez que termine de trabajar, siguió bombeando hasta que sentí unos chorros de leche en mi interior. Nos quedamos un rato en la cama hasta que me recupere y esta vez lo haríamos de frente y con mis piernas abierta alrededor de su cintura sintiendo cada embestida que me dio acompañado de su rica boca que me daba unos calientes besos, desde ese día me volví la pura de Sergio y ahora cogemos cada vez que termina de trabajar o cuando se le de la gana e incluso ha llegado a dormí conmigo mi querido Sergio.