Padrastro goloso. 1 - Relatos Eróticos

Padrastro goloso. 1

Mi padratro es un tipo de 40 años, mi madre tenía 38,ella se veía muy bien. Pero en las noches era a mi a quien se quería culiar.
Soy de Panamá, aun estudiaba en la secundaria cuando sucedió todo esto.
Todo sucedió una mañana cuando Fernando estaba arreglando el fregador, me pidió que lo ayudara, pues el agua so drenaba, ese día andaba sin bra, y el agua del fregador me mojó mi blusa, del frío se me marcaban mis pezones, y me dí cuenta que el me los miraba con lujuria, inmediatamente me sentí exitada, toda la mañana estuvo con miradas directas a mis tetas y yo cada vez más caliente. Yo hacía mucho que estaba culiando con amiguitos y ya le había agarrado gusto a la pinga, cuando terminamos me fui a bañar, y mientras lo hacía escuche la puerta del baño abrir, sabía que era el, pero quería saber si se atrevería a algo, seguí bañandome y al rato sentí la puerta cerrar.
Pensé que no pasaría nada, así que me fui a vestir a mi cuarto, ahí escuché la puerta abrir nuevamente, esta vez me dijo, dísculpa, no sabía que estabas vistiendote, tenía un ...

... short puesto, solamente, mis tetas estaban al aire, me voltié para que el me las viera, y si, se quedó viendo, yo automáticamente miré su verga, que me pareció verla engrosada en su pantalón. El se acercó un poco más a mi y luego se fue,.
Mi coño quería gritar quería que me culiara ahí mismo, pero no hizo nada.
Más tarde mientras fregaba, el llegó y se abrazó a mí espalda, poco a poco pude sentir como su verga se crecía en mi  culo y lentamente me la presionaba, sentía como se frotaba a mi culo, mientras acariciaba mi barriga con sus manos, yo si estaba muy arrecha, me voltie y su verga me daba mi ombligo, se apretó más a mi y poco a poco bajo su pelvis para poner su verga contra mi coño, suavemente meneaba la verga estrujandola en mi coño, rozando mi clitoris, con una mano sacó una teta y me apretaba el pezon y empezó a besar y lamer mi cuello con desesperación, yo solo acariciaba su espalda hasta que escuchamos unas llaves, había llegado mi madre. Rápidamente nos soltamos y yo seguí fregando y el se sentó en el comedor.
Pronto segunda parte