Un viudo y caliente señor - Relatos Eróticos

Un viudo y caliente señor

Un viudo y caliente señor.

Hola, hoy vengo a confesar algo que no me atreví a contarle ni a mis mejores amigas. 

De manera anónima es como trataré de desahogarme. 
Hace algunos meses, me llega un mensaje de una amiga que conocí en un trabajo que tuve hace algún tiempo, en la actualidad ya no trabajo, pero esa amistad la conservo. Me decía que un tío de ella, ocupaba quien le hiciera desayuno y comida de lunes a viernes. Mi amiga pensó en mi ya que sabía que yo no trabajaba y un dinerito extra no me caería nada mal. 

Acepté el trabajo no sin antes consultarlo con mi marido, al llegar al lugar lo primero que veo al entrar a la casa fueron muchas fotos familiares, pero al centro se encontraba la de una mujer muy hermosa, era la esposa del señor Juan, quien hacía cinco días había quedado viudo. 

El señor era un licenciado de unos 50 años y aún un hombre atractivo, se veía muy serio y formal. Eran pocas las palabras que cruzaba con el, pero en una ocasión me dijo que la comida sabía muy buena, muy similar el sazón al que tenía su esposa. 

Yo me sentí bien y me dió la confianza de preguntarle por ella y empezó una larga charla. La mayor parte de su plática fue en torno a lo mucho que la amaba, se le notaba que la extrañaba, en sus ojos se veía. 

Gracias a esa charla, fue un poco más abierta nuestra convivencia, poco a poco empezamos a platicar con mayor frecuencia y confianza. 

Un día, llegué muy temprano para hacer el desayuno y por la hora, cuidé de no ...

... hacer mucho ruido, al contar con las llaves entré y me dirigí a la cocina, de pronto entre el silencio de la mañana y mi precaución, escuché que estaba prendida su televisión, proseguí en lo mío pero de pronto escuché un ruido un poco peculiar, no presté atención ya que se escuchaba muy bajito, pero el ruido me pareció un gemido.. me entró la curiosidad y me acerque con cuidado y efectivamente, ¡eran gemidos! 
Me dió un poco de pena, después de todo, el era un varón y joven aún, era lógico que estaba extrañando tener sexo con su mujer.. me regresé a la cocina y planee usar la licuadora para con el ruido, dar un aviso de mi presencia.. cuando estaba por prender la licuadora, de pronto entró a la cocina y se sorprendió al verme ahí.. yo le noté que se le veía un gran bulto en su entrepierna.. el se retiró diciendo que no había escuchado mi llegada. 

A la hora de comer, me invitó a acompañarlo y me dijo que sentía pena porque el sabía que yo había escuchado lo que el veía, pero que lo comprendiera, que era algo hasta cierto punto "natural" 
Yo le dije que no tenía nada de que preocuparse, que yo no me espantaba de esas cosas, que es normal y más en una persona que no tiene pareja, que de hecho en ocasiones, mi marido veía eso también.. 

El se notó interesado en el tema y me dijo que si no me molestaba que mi esposo viera a otras mujeres y le dije que al principio si, pero que al consultar con mis conocidas y amigas, la gran mayoría de sus esposos también veían esas cosas.. ...