En casa de Andy. - Relatos Eróticos

En casa de Andy.

En secundaria, en tercer año, vivía feliz de la vida, me había aceptado Joana, la chica por la que había insistido todo un año. Joana fue difícil, y era la líder del grupo de chicas del salón. Supongo que reaccionó pues, de la última vez que me rechazó, la ignoré por tres meses y creo que eso le hizo reflexionar, pensar en mí y cambiar.
En el salón todos éramos buenos amigos, pero era de notar Andy, un chico blanco de rasgos finos que extrañamente tenía curvas de mujer y una forma de hablar muy aflautada. En esa época y en nuestra ingenuidad, nadie pensó nada raro. Andreas, o Andy, como le decíamos, era un buen alumno e incluso un par de chicas estaban detrás de él, pero no había dado muestras de decidirse por ninguna.

Luego de jugar en el curso de deportes, los varones nos juntábamos de dos en dos en las duchas, pues así estaban diseñados los camerinos. Noté que un día, Andy cambió un poco conmigo después de que me vio ducharme desnudo.

A la semana la profesora de Química dejó una tarea para grupos de dos. Andy que vio que Joana decidió hacer grupo con una de sus mejores amigas, me dijo para hacer grupo y acepté. Acordamos ir a su casa ese día después de la última hora de deportes.
Teníamos que hacer una maqueta de algunos átomos, llegamos a su casa conversando de eso y no había nadie. Como habíamos hecho deportes fui en polo y short, no me bañé para no perder tiempo. Andy también estaba con su polo y short algo apretado. Mientras despejé la mesa de su cuarto para ...

... poner las cosas con un vaso de vino que me invitó y contando chistes, lo esperé pues entró al baño. Cual sería mi sorpresa que al salir al rato llevaba puesta una peluca, las cejas pintadas y una minifalda que le hacía parecer una tremenda hembra. Sus caderas y muslos se notaban de lo más bien. Pero igual me sorprendió.

-¿Oye estás loco? ¿Qué te pasa? le dije entre sorprendido y burlón.
El sonrió, -nada, es mi disfraz de halloween, qué te parece- dijo.

Vino a hacerme cosquillas y yo lo empujé, luego volvió para seguirme cosquilleando, pisé mal y me fui al piso hacia atrás. Vino rápidamente y se sentó encima mío rápidamente a seguirme molestando. En la fricción noté que no tenía nada debajo. Sentí sus nalgas, duras y grandes y mi verga se empezó a parar, él lo notó, se puso en mi barriga y con una mano atrás sacó mi verga del short y se la metió algo nervioso en el culo.
La sensación que tuve fue increíble, mi cara hizo una mueca y él con su peluca medio maquillado como una hembra también abrió mucho la boca. Hasta esa época solo me había hecho pajazos, nunca había tenido sexo. Me estaba sacando de virgen un maricón! Pero lo olvidé todo y me empecé a mover, y él también. Estaba apretado. La base de mi verga estaba muy apretada por su culo y era una mezcla de placer y algo de dolor. El se echó un poco sobre mí y se empezó a quejar moviéndose. Agarré sus nalgas y empecé a bombear. Habremos estado así unos 6 u 8 minutos. Me empezó a besar y en un momento que besó mi boca ...