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Con mi esclavita
Fecha: 08/12/2021, Categorías: Anal Tus Relatos Autor: Marqués de Castilla, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
En 1860 cuando cumplí 16 años, me regalaron a Rosa, una bonita negra de 15 años. Aunque ya teníamos pocos esclavos en casa mis padres quisieron darme el gusto, para que me acompañara. Parece que en el fondo dudaban de mi virilidad por interesarme tanto los estudios. Pero si me gustaban las del sexo bello, y mucho, solo no quería gritarlo a todas voces. En esa época estudiaba para ingresar a la universidad de San Marcos, aunque mis padres querían que dirigiera el negocio de las bodegas, yo no tenía ese interés. Me interesaban las leyes. Lima en esa época aún era un aldea, no había cambiado ni con la independencia. Aún teníamos murallas y no era como las ciudades modernas de Europa. Las casas de quincha no pasaban de los dos pisos. La verdad es que no me llamó mucho la atención Rosa en un principio, pero cuando empezó a entrar a mis aposentos y se echaba para trapear el piso, noté su buen culo levantado, y las ganas de cogerla me empezaron a venir. Me di cuenta que no era tan negra, sino mulata, alguno de sus padres debió ser blanco. Alguna vez escuché en la familia que papá podía ser también su padre, pero solo fue un rumor. Como al mes de que me la dieron, la hice dormir en mi dormitorio con el argumento de "poder conversar por las noches" Aunque era de poco hablar, era risueña. Ella dormía sobre unas frazadas gruesas en el suelo y cuando la casa estuvo a ...
... oscuras me pasé de mi cama a donde estaba ella y la empecé a oler y a tocar. Ella parecía dormida y no decía nada, supongo que ya esperaba eso hace tiempo. Le levanté el par de sayas que tenía, me puse detrás y sacando mi verga, la mojé de saliva y se la metí por el ano. Se notaba que era virgen por allí, pues estuvo muy apretado. Ella no se quejó ni dijo nada. Empecé a bombear y como al rato me vine. Con un trapo que tenía cerca, la limpiaba y me limpiaba y luego iba a mi cama y me dormía. Fueron como 2 años que estuvimos así. Ese culo maravilloso fue para mí y fuí muy feliz. Una vez me di cuenta que estaba como enamorado y le dije para ser pareja, pero se negó rotundamente. Me dijo que mis padres jamás se lo perdonarían y noté que les tenía miedo. No insistí aunque eso me dolió. Recuerdo también que cuando le ensartaba mi verga por el culo al bombear, en el mete y saca, sentía que dentro de su culo apretado algo como que se iba para atrás pegada a mi verga cuando la sacaba un poco. Nunca me ensució la porra ni me comentó nada de nuestros encuentros. Para la verga que me dolía en las mañanas, me imagino que por la zona sucia donde entraba, el boticario me vendía desinflamantes. En 1864 el presidente Castilla dio la libertad a los esclavos, y al año siguiente la dejamos partir de casa con primas que ella tenía. Parece que se fue a provincia, no la volví a ver más.
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