La madre de mi amigo
Fecha: 08/12/2021,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tus Relatos
Autor: George, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... abrió más, le dije directo:
-Entonces me vas a enseñar de qué es capaz una señora de tu edad? Y ella me dijo:
-Estas re loco, si no fueras casado tal vez sí.
Íbamos llegando al estacionamiento, y todo el.ligar estaba oscuro por los árboles, estaba perfecto para que nadie nos viera.
-La aborde nuevamente y esta vez poniendo mi mano sobre su pierna le dije, y encimandome un poco en ella le pregunté, entonces por estar casado nos vamos a quedar con las ganas?
Laura ya estaba muy peda y cachonda y me respondió:
-Bueno pero prométeme que nadie se va enterar, solo queda entre nosotros.
-Le dije: No te preocupes, soy un caballero, y le dije que nos pasáramos a la parte de atrás, no teníamos mucho tiempo pero como fui rápido al Oxxo había ganado unos 25 minutos de tiempo para que nadie sospechara.
Ya en la parte de atrás nos besamos apasionadamente, le quite la blusa y el brasier, inmediatamente saltaron un par de tetas enormes, morenas y con unos pezonzotes negros, se las empecé a mamar con desesperación, ella gemía, y se ...
... detuvo de momento y me dijo:
-Ahora si vas a saber lo que es una mujer cabron, se quito los jeans, quitándose después unas braguitas negras que dejaban escapar unos pelitos de los lados, en ese momento yo me baje los pantalones y se me montó, ese fue un momento inolvidable, la ñora sin duda era una experta, se movía como licuadora, tenía unas nalgotas morenas, manejaba unos ritmos que con nadie había experimentado, me estaba metiendo un señor cojidon y gemia increíblemente, yo no terminaba de creérmelo, me estaba chingando a la madre de mi amigo, una madura casi sesentona pero que se movía como diosa, después de una montada monumental no pude más y le dejé ir toda mi leche adentro, se bajo, se limpió y se cambió, nos nos quedaba mucho tiempo así que nos apuramos perfume la camioneta y volvimos a la fiesta como si nada, cuando llegamos todos seguían bailando así que nadie sospechó nada, ya todos más ebrios seguían en el cotorreo, y así continuó la fiesta.
Ese día le pedí su número y hasta la fecha ya me la he cojido varias veces.