SUCUMBIENDO AL PLACER 4 ( La historia) - Relatos Eróticos

SUCUMBIENDO AL PLACER 4 ( La historia)

Esta vez les contaré como fue que se me metió en la cabeza la fantasía de tener un amante y resultó ser mi hijo Marco.  He contado ya parte de los encuentros de sexo que mantengo con el , en ausencia de mi marido. 
Somos una familia de 4 hermanas, la mayor me lleva por 5 años , ella enviudó hace dos años y pienso que sufre por falta de hombre y la menor de nosotras tiene 23 años. Todas tuvimos la dicha de heredar las amplias caderas y culo de mi madre que tiene 65 años, su físico delata que fue muy bella. Mis hermanas me visitan y yo a ellas por temporadas y al encontrarme con ellas nos hacemos bromas y relajeamos de lo culona que estamos, pero más por mi culo que es más amplio y grande que el de ellas. Diciéndome ¡ Que pinche culona te pusiste a tus 40! ¡ Pobre de tu marido que debe acabarse toda esa carne! Jajaja!! Y me nalguean cariñosamente. Ellas no imaginan en lo mínimo que mi hijo Marco se deleita con la carne de su madre y como buena puta caliente en que me volví, oculto mi vicio sexual casi enfermizo por abrirle las piernas y me cojo hasta que se canse. Cuando tengo estas visitas Marco sufre, pero yo siempre tengo una idea para estar cerca de él.

Mis hermanas también saben que el, desde pequeño,  cuando lo bañaba desnudo ya se le notaba que sería un hombre dotado y las bromas para mi hijo ya las oía. Pues se decía que había heredado a mi abuelo  porque el tenía una verga muy grande. Incluso se contaba que mi abuelo a sus 50 años se había cogido a varias mujeres ...

... del pueblo  incluso chamacas de 15 años. Yo entiendo que las mujeres costeñas somos bien calientes y cuando sabemos de que un hombre del barrio o pueblo es bien vergon, una quisiera conocerlo. Por tal razón, le he pedido a Marco que no permita que su hermana Karla,  le vea la verga por descuido, no quiero que ella tenga curiosidad a su corta edad. Yo le dije que esa verga solo me la de a mi  que tengo culo para el todo tiempo.

Mi calentura por tener un amante,  lo pensé muchos años antes, y puse mis ojos en el muchacho que ayudaba a mi marido en su trabajo, tenía unos 24 años y sabía que yo le gustaba. Porque le descubrí viéndome las nalgas cada que venía a mi casa, era el único hombre que mi marido dejaba entrar con confianza y era una buena oportunidad para tenerlo disponible para sexo rápido ocasional.  Imaginé que no me rechazaría pues el me comía con los ojos. En ese tiempo mi hijo Marco tenía 15 años.
Y llegue a masturbarme por las noches imaginando a ese joven dándome verga hasta llenarme de su joven leche. En la pileta me daba con dos dedos hasta lograr un rico orgasmo estando parada, la oscuridad siempre ha sido mi cómplice. Lamentablemente el muchacho dejó de trabajar con mi marido y se fue al norte a trabajar.  Entonces mis pajas nocturnas aumentaron y usaba mi propio desodorante de consolador para calmar un poco mi calentura de mujer casada y solitaria.  Me hice adicta a masturbarme que hasta de día lo hacía, aprovechando que Marco y Karla estaban en la escuela ...