Probablemente nací para ser follado por hombre - Segunda parte - Relatos Eróticos

Probablemente nací para ser follado por hombre - Segunda parte

... encamine hacia la casa de Omar temblando, sudando frio, con el corazón en la garganta., pase por varias casas y ya todo comenzaba a tornarse muy apartado de las luces, era de tarde pero anochecía algo temprano por lo que me sentía algo inseguro, traía un pantalón algo apretado (bien puta me fui haha) por lo que tape mis glúteos con la mochila donde llevaba de TODO para cualquier situación, ahora si había pensado en todo., así que cada vez que me acercaba al sitio mi corazón se me salía mas ¡sentía que me iba a caer en cualquier momento de tantos nervios! Trataba de calentarme pensando en cómo sería o incluso en mujeres pero no podía, me era imposible y ahí fue donde vi su casa, en medio de una carretera, tapada con algunos terrenos baldíos por lo que apenas se veía pero ahí estaba, enseguida pensé y dije “Mierda, espero no acabar muerto en un sitio tan deprimente como este” lo decía más que nada por el sitio que parecía olvidado por dios, entonces con las pocas fuerzas que tenia le mande un mensaje de que ya había llegado y comencé a caminar hacia su casa, de pronto la puerta interior se abrió dejando un destello de luz interior en el porche, me detuve me congele no sabía qué hacer y entonces me hace señas una persona, de manera inconsciente camine y por poco me iba por otro lado y saldría corriendo haha ya me veía corriendo, pero no me detuve, el se acerco y abrió el portón del porche;

•	Pásale –Menciona con una voz amigable mientras se hace a un lado para darme ...

... paso-

•	-Mudo, asiento con la cabeza y paso sin apartar la mirada del frente, ya no sabía que sentía, flotaba-

•	¿Cómo estás? Te noto cansado –Menciona al mismo tiempo que me mira detenidamente-

•	Estoy bien, solo algo nervioso –Respondo a duras fuerzas y doy un fuerte suspiro-

•	Haha te ves muy nervioso, pásale no te va pasar nada igual si no te sientes bien puedes ir a casa e intentarlo en otro momento –Menciona de nuevo muy amigable-

Yo al escuchar eso y sentirme más seguro le digo que estaba bien y que pasaría, entonces entro a su casa, me siento y el saca unas cervezas del refrigerador.

•	¿Quieres tomar algo? –Menciona amigable mientras me enseña una cerveza y un vaso vacio-

•	Un poco de agua estaría bien –Respondo al mismo tiempo que lo observo para ver que no coloque nada en el vaso, solo sirve del botellón y rellena-

Bebo del vaso mientras tiemblo y trago con fuerza pues estaba muy nervioso, el se da cuenta de esto y se sienta en otro sillón, tuvimos una conversación y le miento diciéndole que había tenido encuentros pero con gente cercana, no sabía ni que iba a conseguir mintiendo.
El punto es que él se puso a beber y a beber, con la plática se me fue pasando el nerviosismo y comencé a relajarme mucho, entonces comencé a mirarlo y ver cómo era, un señor de unos casi 40 años de al menos 1.80, robusto piel morena y algo barbudo, con algo de barriga me imagino que por la cerveza, siempre se comporto muy amable y comprensivo nunca me trato mal a pesar de ...