Padrastro 4 - Relatos Eróticos

Padrastro 4

Voy a empezar por contar, que anoche estuve muy arrecha, recordé cuando tenía 17,me  levantaba de noche de mi cama y me iba a buscar a él cuarto de mi padrastro, una buena tanda de pinga, siempre quize que el me culiara en la sala, teníamos un sillón gris de rayas, muy cómodo y grande, pero teníamos unas ventanas que se podían ver desde afuera, y nuestras cortinas eran blancas casi transparente.
Quiero contar que un día llegue del colegio, mi uniforme era blanco, y sentía ganas de ser culiada con mi uniforme, pero tenía miedo de mancharlo, así que me lo quite y me quedé un rato en cama esperando que llegara mi padrastro de trabajar. El podía llegar a la hora que quisiera, pero esa noche llegó más tarde, me dormí esperándolo, más tarde me desperté porque el se acostó en mi cama, olía a cerveza, y yo ya sabía que cuando estaba chupando cerveza venía más arrecho, su pinga la mantenía erecta, empezó a acariciarme, y a chupar mis tetas, mientras me metía el dedo en mi micha, venía con muchas ganas y se subió encima mío y se sacó la pinga, me gustaba mucho cuando ...

... me hacía brochita, y me la metió. Empezó a culiarme duro y bien rico, solo el sabe como hacerme venir así, el me hacía ponerme en las poses que el quisiera, y cuando me venía quedaba tan cansada y satisfecha que ya me daba sueño.  Después que el se venía y me tira a toda su leche, que no era poca, el se iba y yo me dormía,
En la mañana me lave bien, teníamos un tanque azul con agua, y era fría, mientras me lavaba recordaba todo lo que hacía en la noche y me volvia a prender. 
Durante el día pensaba mucho en mi padrastro. Y cuando llegaba la noche tenía muchas ganas de culiar. 
Hoy decidí que en el cumpleaños de mi sobrina, que se que el viene, me vestire para el, para que me vea y trate de recordár todo lo que hacíamos antes, voy a ir con calma para seducirlo, para que nadie se dé cuenta, poco a poco, se que en todos estos años e extrañado su forma de culiar y su pinga gorda que me llenaba toda la micha, pero ahora que estoy sola mis ganas de culiarlo se han incrementado. 
Cuando llegue el día de la fiesta de mi sobrina, voy a escribir todo lo que pase.