La hija de mi amigo - Relatos Eróticos

La hija de mi amigo

Hola, soy Carlos, tengo 40 años, estoy casado y tengo un hijo. Normalmente suelo reunirme muy seguido con amigos a beber unos tragos y compartir anécdotas. Con el que más nos juntamos es con Juan Carlos, el está juntado con Melisa, ambos tienen 43 años, viven juntos desde que ella quedó embarazada, fruto de ello, nació Candela...hago ésta pausa porque cada vez que la nombro se me viene su imagen a la cabeza, una rubiecita muy bien formada, de carita angelical, tez bien blanca y unos labios bien carnosos, actualmente tiene 18 años, la ví crecer demasiado en estos últimos años, pasó de ser una nenita a todo una mujer, para ser honesto diría que tiene un físico terrible. 
Recuerdo un día que estábamos con los muchachos reunidos en el patio de su casa, junto al asador esperando que la carne se terminara de cocinar. Melisa normalmente estaba en la casa pero nunca venia donde estábamos nosotros, era para darnos más privacidad y a la vez libertad para hablar de cosas de hombres. 
En eso ví venir hacia nosotros a Candela, en ese momento habrá tenido unos 15 años, vestía una remera ajustadita al cuerpo, un pantalón corto de jeans y unas zapatillas blancas. Ví que habló algo con su papá al oído y se retiró. Al darse vuelta no pude evitar mirarla, pues el pantaloncito se le había perdido en el trasero, por lo que se asomaban apenas los cachetes de la cola. Me puse mal porque la verdad que me calentó verla, y de pensar que sólo era una nena me hizo enojar conmigo mismo. 
Después de ...

... eso y ya habiendo comido me fuí para casa. Al llegar me bañé, ya eran como la 1.15 de la mañana. La imagen de Cande no se me iba de la cabeza. Me acosté, tal era la calentura que tenía que empecé a tocar a mi mujer que dormía para que despertara y tener sexo, me arrimé por detrás, me puse cucharita, arrimando mi verga dura a su culo(pensando que era el de Candela). Luego con mi mano izquierda empecé a pasar mis dedos por su entrepierna, hacia que éstos rozaran su clítoris por arriba de su tanga. Ella giró su cabeza para buscar mis labios, los junto con los suyos y sentí su lengua salir para entrelazarse con la mía. Me calentó muchísimo,le bajé la tanga y empecé a penetrarla vaginalmente mientras con mis dedos seguía frotando su clítoris. Así cogimos un buen rato hasta acabar ambos, todo producto de la imagen de espaldas de Cande. 
Así fueron pasando varias reuniones en casa de Juan Carlos hasta la semana pasada que sucedió lo que les voy a narrar.
Fue el miércoles, apenas llego, al entrar veo a Melisa en la cocina preparando la cena para ella y Candela. 
- hola Meli, cómo estás? 
- hola Carlos, aquí me ves, cocinando sola ya que mi hija no me ayuda.
- jajaja viste como son los chicos hoy en día, viven en otro mundo.
- siii, ni me lo digas, ahora seguro debe estar encerrada en su habitación chateando con alguna amiga en la compu.
- ya en algún momento te ayudará con todo. Te dejo así ayudo a Juan Carlos a organizar todo para cuando lleguen los demás.
- dale, después te ...