Ganándose un ascenso - Relatos Eróticos

Ganándose un ascenso

... espectaculares separadas por el hilo de la tanga. El ingeniero fue recostado sobre la cama y Alondra de inmediato liberó su verga para tragársela de un solo bocado. Sonriendo me veían ambos y me animaban para desvestirme yo estaba bien sacado de onda. Tímidamente me quite la ropa y me acerqué cuando Alondra con un gesto pícaro me invitaba a tocarla mientras meneaba sus tremendas nalgas. Comencé a sobarle su trasero y mis manos sudaban al sentir su piel suave y erizada por la excitación. Luego ella se enderezó para chuparme la verga mientras el ingeniero terminaba por desnudarse. Al mismo tiempo no chupaba alternadamente. Toqué su panocha y sobre su tanga descubrí que estaba muy húmeda. No se aguantó más Se montó sobre el ingeniero y cabalgaba majestuosamente sin ningún tabú además de proferir los gemidos más cachondos que aún recuerdo. Condenada chamaca era muy experta a pesar de tener 23 años cumplidos. Después me pidió que la cogiera de perrito mientras se la chupaba al ingeniero. En un alarde de cachonderia desarmó de volada la verga que tenía en su boca. La eyaculación la recibió en la cara yo al ver esto no pude contenerme y me vine echándole mis mecos en la espalda mientras ella meneaba su culo a la vez que terminaba su orgasmo. Estuvimos el resto de la mañana en el motel. La cogimos de nuevo después de que nos la volvió a mamar. Mientras el ingeniero se la cogía piernitas al hombro a mi me la chupaba. Nos alternamos en esa posición hasta hacernos terminar de nuevo y se los echamos en sus tetas que aunque no eran muy grandes tenían unos pezones muy ricos y paraditos. Tuvimos que salir ya que le hablaron por radio al ingeniero. Alondra logró ascender a ayudante d e ingeniero. Con el tiempo se olvidó de mi aunque me enteré que seguía cogiendo con el ingeniero. Me desocuparon por lo de la pandemia me cambié en donde estoy trabajando ahora y ya no volví a saber más de ellos.