1. Prostitutas: Carmen (2)


    Fecha: 27/06/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Dany trgsemen, Fuente: CuentoRelatos

    ... cama y se abrió de piernas, sin pensarlo la abrasé y empecé a tocar todo su cuerpo hasta llegar a su entrepierna y metí mi lengua en su vagina. Estaba ligeramente húmeda y no muy acida.
    
    Adoro los fluidos vaginales ácidos, pero su vagina me gustaba mucho incluso si no lo eran. Una vez que separé mi lengua de su vagina, empecé a besar sus piernas y poco a poco empecé a subir hasta legar a su ombligo. A ella pareció darle cosquillas y se cubrió, mientras sonreía, me dijo que el desnudo completo me costaría $50, del mismo modo, ella me ofreció cambiar de poses sin costo. Cuando se quitó la blusa y brasier, le pedí que se quedara que siguiera en la misma posición. Me acosté a su lado y ella se acurrucó, después de estar los dos en posición de cuchara, metí mis dedos en su vagina y empecé a masturbarla, mientras mordía sus pezones. Después de jugar un rato con su cuerpo, ella me separó bruscamente y me dijo: “métemelo, ya me calentaste”.
    
    He estado con al menos unas 20 prostitutas y, para mi suerte, a varias les gustaba bastante el sexo. Las recordaré siempre con cariño y eso incluye a Carmen que me había gustado desde la primera vez que vi su enorme trasero. Una vez que le escuché decir esas palabras, sin pensarlo la abrí de piernas y empecé a penetrarla rápido y duro. Los dos nos abrazábamos con fuerza y mientras besaba su cuello ella estaba empezando gemir más y más fuerte. Cuando nos detuvimos por unos momentos ella me preguntó si quería que se subiera encima. Yo acepté, ...
    ... me separé y me recosté. Ella tomo mi pene, se sentó en él y empezó a moverse.
    
    Estuvimos así por un rato, mientras ella se movía yo trataba de chupar sus pechos, hasta que me dijo que se había cansado y cambiáramos de posición, ella se puso de perrito y yo me puse a lamerle el trasero y toda la espalda, una vez que ya había probado cada parte de su espalda empecé a penetrarla aún más rápido y duro que antes. Sus gemidos eran mucho mayores y sin pensarlo le di una nalgada. Ella me dijo que no les gustaba que le hicieran eso, además, me dijo que el tiempo ya se estaba acabando, por lo que volvimos a la posición de cuchara y antes de que ella se diera cuenta, pude basarla en la boca, me dijo que tampoco le gustaba besar, así que entretuve por un rato con sus pechos y su vagina.
    
    El tiempo que dan en las habitaciones es de unos 20min, para ese momento ya llevábamos ese tiempo, así que ella me dijo que si continuaba, tendría que pagar otros $50. No tuve problema con eso y le dije que aceptaba mientras seguía mordiendo sus pechos. Entonces le pregunté su edad, dijo que tenía 40; y le pregunté qué le gustaba que le hicieran, a lo que me respondió que le gustaba hacerlo de misionero, así que volví a meter mi pene en su vagina y penetrarla. Mientras la penetraba ya ni siquiera estaba pensando, seguí por una par de minutos hasta que eyaculé. Entonces me di cuenta que, en mi goce, el condón se había roto y había llenado su vagina de semen.
    
    Con esta, sería la segunda vez que un ...