... dijo
J – te has enojado por lo de hace un momento
M – nuestro hijo me vio las nalgas por eso me enfade no puede ser que hagas eso delante de el
Ya es de noche mi madre que sale del cuarto Continúa enfadada cenamos los tres juntos pero nadie decía nada así nos fuimos a descansar primero yo me fui al cuarto y Les oí entrar en el dormitorio Les oigo hablar en voz baja, susurrar mi papa sale al baño y regresa Al meterse en la cama al notar que mi madre está completamente desnuda, no desaprovecha la ocasión para coger. ¡Y como cogen, el muy cabrón, que casi revienta la cama
Con la oscuridad por aliada me acerco al dormitorio veo a mi padre en medio de las piernas bien abiertas de mi madre, como jadeaban y el ruido que hacían los muelles de la cama. Cri-cri-cri.
Luego el perrito, y la monto a ella a cuatro patas y luego tumbado bocarriba en la cama, fue montado sin perder tiempo por una auténtica amazona. Yo me corrí al verlos coger
A la mañana siguiente Nos preparamos tomamos una gran sombrilla, toallas y alguna que otra cosa para la playa Ella llevaba un vestido corto ligero, parecido al del día anterior
Mi madre nos dijo que había una playa muy bonita a la que no llegaba casi nadie, aunque no había nada cercano, que estaba muy cerca en coche pero que había que saber llegar, y ella lo sabía.
Estuvimos moviéndonos en el coche durante poco más de media hora por la costa, hasta que mi madre nos dijo que nos estacionáramos debajo de unos árboles próximos a ...
... una larga playa de arenas doradas
Salimos del coche y lo primero que hizo mi madre fue quitarse el vestido y quedarse en bikini, un bonito y diminuto bikini rojo chillón que apenas cubría sus pezones y un tanga que por delante solamente cubría la sonrisa vertical de su panocha donde se le salían algunos de los pelos y por detrás, si no fuera por el fino hilo que cruzaba su cadera, se pensaría que no llevaba nada, ni bragas ni nada
Nada más verla, mi cipote se disparó como un resorte y casi revienta el bañador que llevaba puesto.
Pero la reacción de mi padre no se quedó atrás. Su hinchada verga estaba a punto de salir por la parte superior del bañador, como si tuviera vida propia y quisiera salir para comerse a mi madre.
M – me encanta este lugar
F – a mí también me encanta
J esto no está bien no hay ni un changarro por aquí
M. cariño me pones bronceador, ¿sabes don de demonios se metió tu padre?
F – no tengo ni la menor idea tal vez se regresó al carro ¿quieres que lo valla a buscar?
M – ya que vas para el auto tráeme una botella de agua porque senos olvido traerlas
Al llegar al carro mi papa ya se iba
F –ya sabía que estabas aquí ahora donde vas
J – dile a tu madre que voy a volver tarde que necesito algo de beber
Baje las botellas de agua del carro y se lo llevo yo no hice lo que habíamos planeado puro yo quería que ella estuviese consiente
Volví y puse la atención a los glúteos de mi madre, redondos Su color era de un dorado oscuro, ...