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Limerick School (Episodio I)
Fecha: 25/06/2018, Categorías: Sexo Oral Autor: Martin666999, Fuente: CuentoRelatos
... estatura media, morocha de pelo largo y delgada. Me asome por la puerta y allí la vi lavándose la cara. Apoyó sus manos sobre el lavabo y allí se quedó con la cabeza gacha. Baje la mirada y vi que su pollera estaba levemente levantada. Pude ver sus muslos carnosos que dejaban imaginar un gran culo. Mi mente se disparó y me verga llego a su punto máximo. Sentía ganas de eyacular. Antes de reaccionar apareció Marcia atrás mío. ¿Así que te gustan las pendejitas atrevido de mierda? Me agarró la verga por encima del pantalón, me llevó al baño de hombres y cerró la puerta. ¿Así que te calientan las pendejas eh? Me increpó Marcia. Yo no sabía que hacer o decir, estaba helado. A los empujones me llevó a un cubículo y cerró la puerta. -Dale, sácala. Supuse que no me quedaba otra que obedecerla. Además, siendo sincero, todo esto me empezó a excitar mucho. Me saque completamente los pantalones y los puse a un costado. Me senté en el inodoro y abrí mis piernas. Marcia estaba de frente mío. Miró mi dura verga y se pasó la lengua por los labios. -Hijo de puta, la tenés enorme. Me dijo. Efectivamente si, la vida se había portado bien conmigo y me había otorgado una pija que casi llegaba a los 25cm. Marcia se arrodilló y la agarró con sus dos manos. Lentamente empezó a moverlas hacia arriba y hacia abajo. Yo estaba al límite, hacía rato. Se dio cuenta de mi situación y con su boca cubrió todo mi glande. Como tomado de una mamadera se tragó todo el abundante semen que salió de mí. Yo ...
... no paraba de temblar, con su lengua trabajaba violentamente mi glande. Finalicé mi eyaculación y ella me la seguía chupando. Yo la tenía semi dormida. Marcia empezó a tocar su verga por encima de su calza. -Por dios Martín. Te propongo un trato. Yo no digo nada de que sos un pajero que te calientan las pendejas. Pero me vas a tener que dar de tomar tu leche cuando yo te lo pida. No sé qué es lo que me pasa. Pero estoy enamorada de tu verga. La necesito en mi boca. Y empezó a chupármela nuevamente. Aún seguía blanda. Miró su reloj. -Aún quedan 20 minutos para que los chicos salgan al recreo. Vení. Subimos al piso de arriba. Allí estaban los chicos de tercero, cuarto y quinto año. Sacó un llavero y abrió un aula que estaba vacía. Fuimos hacia una pared y me hizo subir a una silla. Había un agujero en la pared, podía ver en el fondo el pizarrón. Al asomarme un poco más, miré hacia abajo y vi a todas las chicas allí sentadas. Muchas tenían la camisa muy desabrochada y podía ver sus tetas. Las tetas de estas chicas eran enormes y firmes. Mi verga se endureció rápidamente. Marcia se paró frente a mí. Como yo estaba parado en una silla, mi verga quedaba justo en su boca. Puso sus manos en mi culo y se la mandó casi entera. No le entraba. Se la puso a mamar como un chupete. En ningún momento se la sacó de la boca. Yo miraba a las tetas de las pendejas mientras todo esto pasaba. Hacía lo imposible para contener mis gemidos. Baje la mirada y Marcia estaba chupando como desenfrenada. ...