Trío con la masajista
Fecha: 21/03/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Isabela1505, Fuente: CuentoRelatos
... terminar supe que era ella con sus tetas). Después de eso ella se hizo completamente arriba de mi, frotaba todo su cuerpo contra el mío, yo tocaba sus tetas, sus pezones duros y la pegaba a mi cuerpo. Le tocaba su culo, todo estaba lleno de aceite, todo era morboso, ella pegada a mi, y atrás de ella mi novio, tocándonos a las dos, sintiendo su humedad, yo trataba de tocarlo con mis manos pero no alcanzaba, pero era igualmente delicioso. El tocaba su humedad y me daba a probar, fue momento de mucha lujuria y desenfreno.
Después ella empezó a tocar mi cuquita hasta que me hizo llegar a un orgasmo delicioso que me hizo estremecer. Después de eso, mi novio no aguantó más y me tomó, me metió su verga deliciosa, la necesitaba, lo necesitábamos. Yo empecé a moverme y clavarme en su verga, después subí mis piernas hasta sus hombros para tener mayor profundidad, así siguió clavándome, yo extasiada, él dándome delicioso, seguía con los ojos tapados. Siguió clavándome hasta que sentí su leche dentro de mi. Acabó, pero con ganas de más.
Me quité la venda de mis ojos, estaba como en otro mundo, ahí estaban ellos dos, desnudos, viéndome, deleitándose con mi disfrute. Ella me preguntó qué tal la había pasado, no había más que elogios en mis palabras, fue estupendo. Cuando terminó esa charla le pregunté que si quería estar con los dos, finalmente respondió que sí, así que decidimos continuar con el masaje a mi novio.
La misma dinámica, él boca abajo. Empezó el masaje por sus pies, ...
... las dos desnudas, cada una a un lado. Subíamos por sus piernas, poco a poco, con suavidad. Llegamos a su culo, lo acariciábamos, también hasta su entrepierna, empezaba a notar los estímulos en él por la respuesta de su cuerpo, le gustaba.
Seguimos masajeándolo, ella seguía concentrada en su culo, yo subía hasta su espalda. A él le gustaba. Subí a su oído, es una zona muy sensible de su cuerpo, pasaba mi boca con suavidad mientras ella seguía masajeándolo y sentía como jadeaba, eso me arrechaba muchísimo.
Seguimos el masaje en su espalda, con suavidad, todo su cuerpo, él estaba muy relajado y excitado. Ella le pidió que se volteara, estaba ansiosa por ver su verga, la había sentido pero no la había podido ver. Ahí estaba cuando se volteó, durísima, tonalmente erecta. Empezamos el masaje por sus pies, íbamos subiendo poco a poco hasta que llegamos a su Verga. Mientras ella la masajeaba yo masajeaba su entrepierna, su cara me decía que estaba sintiendo mucho placer.
Nuestras manos llenas de aceite hacían todo más excitante. Mientras ella seguía en su verga yo pegaba mis tretas a su cuerpo, y lo besaba. Besos calientes y llenos de morbo. A ese punto, viendo su verga totalmente erecta me moría de ganas por sentarme y moverme delicioso, yo sabía que él también, pero debíamos esperar el momento preciso.
En un momento, tal como lo hizo conmigo, ella se hizo arriba de él, totalmente pegada a su cuerpo, frotándose contra él con movimientos deliciosos, me arrechaba muchísimo ...