1. Sucedió en el baño de chicos


    Fecha: 21/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estaba follando con un ritmo despacio pero constante, lo cual me gustaba.
    
    Juan que ya llevaba tiempo contemplando lo que Pablo y Sergio me hacían entró en escena y cogiendo mis manos, se sentó en el mármol, quedando delante de mí y con su miembro apuntado hacía arriba me cogió la cabeza y me la dirigió hacía su pene. Mi mano derecha se fue en busca de su pene y empecé a masturbarlo, pero él no satisfecho con lo que le hacía me dijo: cometela y chupamela como si fuese un helado. Cosa que empecé a hacer. Entre la follada que me estaba dando Sergio y la comida de polla que estaba haciéndole a Juan estaba en plena lujuria. No satisfechos con lo que me estaban haciendo Pablo le dijo a Sergio que se tumbara en el mármol y me cogiera para cabalgar sobre él, cosa que hizo. Juan quedó por un momento desantendido, pero una vez colocados en la nueva postura me cogió de la cabeza para que no parase de chupar ese magnifico helado que me estaba comiendo y que en vez de derretirse lo que hacía era crecer. Yo quedaba con mi culo en pompas, con lo que Pablo tenía mi ano a su placer, seguro que le dijo a Sergio que se pusiera así para hacer lo que se dispuso a realizar. Para mi sorpresa Pablo empezó a lamer mi ano, haciéndome tener una sensación que nunca había experimentado, sin poder aguantar más el castigo que Pablo y Sergio me estaban dando, me cogí como nunca. Tuve que dejar a Juan y disfrutar de tan intenso ...
    ... placer. Sergio intensificó sus movimientos haciéndolos más rápidos y bruscos, viendo que me había corrido, y con tres movimientos secos y contundentes se corrió dentro de mí, notando su caliente esperma fluir por mis entrañas. Juan que lo había dejado se estaba masturbando delante de mí y también se corrió. Era increíble lo que estaba sucediendo, pensaba que ya se había acabado cuando Pablo me cogió del estómago, me retiró de Sergio, poniéndome de pie y apoyando mi pecho en el mármol. Yo aún conmocionada del orgasmo no me percaté de las intenciones de Pablo, el cual, maliciosamente empezó a penetrarme el ano, dilatado que lo tenía por los lametazos que me había dado y el placer que me produjo, no sin dificultad, pues hasta ese momento era virgen de ahí, empujaba con algo de fuerza, provocándome un dolor. En ese momento recordé como había perdido la virginidad con mi marido, pero más doloroso. No pude remediar gritar de dolor pero él no paró y comenzó con el movimiento de mete y saca, cada vez más rápido y violento, no se el tiempo que estuvo pero no fue demasiado y eyaculó con tal intensidad que me lleno toda.
    
    Derrotados los cuatro, nos dispusimos a recuperar fuerzas, vestirnos y salimos del baño juntos, pero rápidamente me dejaron sola. Entré en el baño de chicas para arreglarme mejor y una vez recuperada de la experiencia, me dispuse a incorporarme a la fiesta. Nadie sospechó nada, pues todos bailaban. 
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