... teorías de por qué no habían ganado, me apoyó disimuladamente una mano en la pierna. Yo le resté importancia, pensando que era mera casualidad, hasta que un segundo y tercer toques aparecieron. En ese momento, con mucho nerviosismo, me levanté y me excusé por el cansancio. Levantándome para ir, me pidió que me quede para tomar otra cerveza.
- No Oscar, gracias, me voy a dormir. Es re tarde
- Dale Nico! Una sola y listo
- No no. En serio, a dormir
- No es tarde!
Seguimos un ratito que si y que no y medio a los empujones salí de la habitación y me dirigí a la mía.
Dormí de una manera bastante incómoda, dado lo que había pasado, me despertaba cada 30 minutos con sudoración, y sueños que parecían muy reales sobre escenas sexuales con Óscar.
Finalmente decidí ir a hablar directamente con él, ya que quería poner claridad sobre lo sucedido y que no haya resquemores ni malos entendidos.
Toque la puerta, y para mi sorpresa, Oscar estaba despierto:
- Perdón Oscar, quería aclarar lo qué pasó, yo te quiero mucho y quiero estar en buenos términos, si te ofendí o algo...
En ese momento, seguramente por el alcohol ingerido, Oscar comenzó a avanzar, quedando yo entre la pared y su cuerpo. Se acercó hasta quedar a escasos diez centímetros, y mientras yo lo miraba con los ojos bien abiertos, pude ver cómo estiró sus manos para agarrarme de la cintura y abrir su boca buscando la mía.
Es increíble como juega el morbo en esas situaciones. Jamás hubiera pensado en ...
... Oscar como hombre, como amante, y en breve tiempo me encontré excitado, deseado, caliente.
No podía dejarme tan fácil, por lo que hice la escena que debía:
- Estás loco Oscar! Qué haces!
- Hago lo que viniste a buscar bebé
- No! Soy la pareja de Fernando!
- y nunca se va a enterar...
Y terminó la frase con un beso de lengua, la cual recibí hasta el fondo de mi boca. Un beso con mucha saliva, deseo, alcohol y calentura.
Mientras me besaba, me tocaba la cola de una manera descontrolada, parecía querer arrancarla
- Sabés la cantidad de veces que te escuché gemir con Fernando no? Me volvía loco escucharte gritar. Gemís como una puta!
Y mientas él hablaba, vi que sacaba un preservativo y un pote de gel lubricante. Me calentó mucho saber que había preparado esa situación.
Me hizo arrodillar, se bajó el jean y apareció su pija ya gomosa.
El verla quedé sorprendido, la genética es realmente asombrosa, muy parecida a la de mi novio, y para mi placer temporal, más gruesa.
Sin pensar lo que hacía, me la metí en la boca, y comencé a chupársela como no creí que pudiera.
- Sii, chúpala bebe!
Yo hacía mi mejor esfuerzo para que me entre lo más posible, lo miraba a los ojos y veía que disfrutaba muchísimo. Pasé de la vergüenza total a disfrutar esa pija prohibida que ahí tenía.
Le agarré el pene y a continuación le comencé a lamer los huevos, algo que me encanta.
Óscar estaba enloquecido, resultó ser mucho más malhablado que su hijo, se agarró ...