1. Recuerdos


    Fecha: 03/02/2023, Categorías: Gays Autor: Alberto 2626, Fuente: CuentoRelatos

    ... su cuerpo con mi boca y bajé hasta su cuello, el cual empecé a besar y lamer con cuidado mientras él jadeaba excitado.
    
    A la vez, fui bajando una mano por su pecho hasta llegar a sus pantalones, momento en el que me adentré en ellos buscando esa bonita polla que sólo había podido probar en una ocasión hacía ya tiempo y que deseaba lujuriosamente sentir de nuevo.
    
    Cuando la agarré Javi suspiró, me mordió suavemente el labio inferior y me agarró fuertemente del culo para, a continuación, meter una mano en mis calzoncillos y acariciármelo; entonces fui yo el que gruñó deseoso, a la vez que me deshacía del pantalón para un momento después quedar ya totalmente desnudo a su lado.
    
    Poco a poco, mientras seguía recorriendo su cuerpo hacia abajo con mi boca, me coloqué sobre sus piernas y con movimientos suaves hacia delante y hacia atrás, empecé a restregar mi culo contra su polla, que estaba aún aprisionada dentro de sus pantalones, mientras me apoyaba con mis manos en su pecho.
    
    Un poco después, para no hacerlo sufrir más desabroché sus pantalones y con un tirón hacia abajo liberé su polla por fin que quedó asomada a sus calzoncillos semibajados, empapando estos y su vientre con abundante presemen.
    
    Después de terminar de desnudarlo y como en nuestra primera vez, no tardé en lanzarme a saborearlo todo, metiéndome en la boca todo el trozo de rabo que pude de golpe, consiguiendo así que se sobresaltara dando un fuerte gemido.
    
    Así empecé a hacerle la mejor mamada que ...
    ... pude mientras acariciaba, golpeaba y rodeaba cada rincón de su miembro con mi lengua y la rozaba con las paredes de mi boca, a la vez que lo masturbaba con una mano y masajeaba sus piernas o pellizcaba sus pezones suavemente con la otra.
    
    Pero no quería que se corriera así, quería más de él, así que unos minutos después paré un momento y cogí un poco de lubricante y un condón que encontré en mi mesilla de noche. Entonces Javi se reincorporó en la cama dando un bufido, se lo puso rápidamente y yo le eché un poco de lubricante en la mano.
    
    Yo me puse otro poco en el culo, me volví a sentar sobre sus piernas a horcajadas y sin más dilación me coloqué sobre su polla y me la empecé a meter yo mismo mientras él se la sujetaba por la base en posición vertical.
    
    Sin prisa pero sin pausa, conseguí metérmela casi toda sin grandes complicaciones debido a que estaba bien lubricado y gracias a que mi latente agujero estaba ya suficientemente abierto con sólo el nivel de excitación del momento.
    
    Javi me agarró por la cintura y con sus ojos fijados en mí y la intensidad de su mirada provocándome, lo empecé a cabalgar, al principio suavemente porque después de todo, dolía un poco, aunque eso no me iba a achantar ahora y, poco a poco, conforme mi interior se acostumbraba a la fricción del rabo que me traspasaba y el movimiento se iba facilitando, fui cogiendo más ritmo.
    
    Así hasta que, sin esperarlo, Javi se reincorporó rápidamente en la cama y, haciéndome caer hacia atrás quedó él ...