1. Aventura en el metro de Barcelona


    Fecha: 19/06/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Peterpan69es, Fuente: CuentoRelatos

    ...Siempre había leído las historias o relatos de esos contactos o escarceos que pasaban en metro o autobuses con un poco de reserva ya que consideraba muy difícil poder encontrar a alguien dispuesto a vivirlo. Debo decir que vivo en una ciudad donde existe el transporte del metro y que en ciertas horas va llenísimo. También debo deciros que siempre hay mujeres guapas que viajan en él pero... nunca vi ni observé nada especial dentro de un metro y cuando intenté jugar con miradas o roces para intentar conseguir algo excitante con alguna de esas mujeres... la respuesta fue negativa y mi frustración se elevaba, más cuando pensaba que alguno de los que nos cuentan sus aventuras en estas páginas, habían vivido esa situación.
    
    Pues bien, aunque quizá alguno de los lectores no creerá esta historia que viví, como yo hacía con las que leía, os cuento lo que me pasó porque es excitante, asombroso y alucinante.
    
    Os diré que esto pasó un día del pasado mes de Abril y que en mi ciudad, Barcelona, eran unos días donde el sol empezaba ya a apretar y te encontrabas con mujeres que ya iban escasitas de ropa y que te alegran la vista cuando las ves.
    
    Necesité ese día coger el metro y coincidió que en la hora que lo debía coger era una de esas horas punta donde va lleno de verdad. Por suerte yo lo cogí en las paradas de inicio de recorrido y me bajaba en las del final, por lo que aunque en los asientos no había sitio, en los metros de mi ciudad, hay unas barras donde te puedes medio ...
    ... sentar y medio estás de pie.
    
    Pues bien... Conforme pasaban las estaciones del recorrido, iba entrando gente y más gente y más... Hubo, en una de las paradas, donde entro una de esas mujeres que os comentaba antes. Alta, rubia y aunque algo entradita en carnes, llevaba un vestido fresquito y vaporoso con falda por encima de la rodilla y los brazos al descubierto. Lo mejor de ella era su mirada pícara y risueña que intenté ganarme con la mía, eso lo intentamos hacer siempre todos, ¿o no?... Pues bien... creo que lo conseguí.
    
    En las dos siguientes paradas hubo una entrada elevada de gente y esa mujercita de la que os hablo, se iba acercando, hasta que quedó frente a mí, cogiéndose a uno de los soportes que hay al lado de las puertas y con esa mirada pícara clavada en mis ojos a ratos cortos pero seguidos. Por la abertura de su vestido, bajo el brazo, se veía el sujetador blanco que llevaba y se intuía que lo que sujetaba era de un tamaño apreciable, que el vestido se esforzaba en disimular. Yo le sonreía y me atreví a hacerle un guiño de ojos, cuando en ese momento, se puso de espaldas a mi y me pareció o me imaginé que se acercaba buscando un poco de roce.
    
    ¡¡¡¡No me lo imagine!!!!...Lo hacía y casi se sentaba en mis piernas, situando su culo entre mi aun dormida hombría, que empezó a crecer viendo lo que tenía cerca. La verdad es que sus roces disimulados con el movimiento del vagón y los empujones de la gente, eran cada vez más fuertes y a mí, solo se me ocurrió ...
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